¡IMPRESIONANTE!,
con mayúsculas , no se me ocurre otra palabra para calificar ésta
ruta. Personalmente es mi tercera incursión en éstas Sierras (el
Trevenque y la cuerda de los Alayos de Dílar ), reyes indiscutibles
de ésta media montaña nevadense; afilados, ariscos y muy agrestes,
con vistas espectaculares, en la que recorremos arenales dolomíticos,
densos bosques de pinos y robles melojos, profundos , erosionados y
espectaculares barrancos, auténticos ríos montañeros que nacen
directamente del deshielo y senderos que son el sueño de cualquier
senderista. Sierra Nevada es mucho más que su alta montaña (sin
duda una autentica joya del Sur peninsular), en la baja y media
podemos hacer autenticas rutas montañeras; bellísimas, singulares,
impresionantes y muy ricas en contrastes, matices y emociones.
Ruta
dura, no solo por la distancia, unos 24 kilómetros y el desnivel
acumulado, casi 1.500 m, sino también porque algunos senderos
discurren por laderas muy erosionadas con fuertes pendientes y piedra
suelta, donde es fácil escurrirse. El ascenso al punto más elevado
del Corazón de la Sandía es trepando la roca, no es difícil , pero
si muy peligroso, donde caerse está prohibido, no apto para los que
sufren de vértigo.
Solo
una pega, o más que una pega un error, un error garrafal. Cuando
descendimos de los Castillejos hacia el Collado del Pino , deberíamos
haber tomado el sendero que desciende por la Cuesta del Pino hasta
la Toma del Canal de la Espartera y que está perfectamente
señalizado con carteles en los Cruces. En lugar de eso descendimos
más o menos paralelos a dicho sendero, pero campo a través,
dejándonos guiar en un principio por hitos que más tarde
desaparecieron. No fue dificultoso dicho descenso, pero si mucho más
incómodo que si lo hubiéramos hecho por el sendero. Sin éste error
la ruta es redonda.
Estacionamos
el vehículo en el aparcamiento que hay en el Área Recreativa del
Río Dilar, y a la que se accede desde la localidad de Dílar, en
poco más de 3 kilómetros por una carreterita, siguiendo las
indicaciones de Aula de la Naturaleza Ermita Vieja y Río Dílar.
Comenzamos
a caminar por la pista forestal que lleva al Aula de la Naturaleza,
pudiendo hacerse en un principio por un sendero paralelo a ésta.
Tras algo menos de 2´5 km de pista y cuando ésta cruza el Barranco
de la Poca Leña, la abandonamos para ascender por dicho Barranco,
que en un principio se trata de una rambla convertida en camino
transitable para todo terrenos. Poco a poco la pendiente empieza a
hacerse más dura y lo que era una amplia rambla se convierte en un
estrecho barranco. Seguimos ascendiendo hasta que nos topamos con un
sendero que atraviesa transversalmente el Barranco. Tomamos el
sendero a la izquierda, al Norte. Se trata de un bellísimo sendero
zigzagueante , que magistralmente busca el paso entre las rocas y los
profundos barrancos, para en una breve pero fuerte pendiente dejarnos
en el collado bajo el Picacho Alto.
En
éste collado hay una bifurcación de senderos, el de la izquierda
desciende por la ladera Norte del Picacho hasta Rambla Seca, mientras
que el de la derecha, el que tomamos ,asciende a la cima del Picacho
Alto (1.776 m), primera y menos elevada de las tres cumbres
principales de ésta cuerda , los Alayos.
Las
vistas son superlativas , impresionantes, aunque la visibilidad no
era realmente buena, si que pudimos disfrutar de la vastísima
extensión de tierra que desde aquí se puede abarcar.
Seguimos
la vereda que recorre el mismo filo, casi en todo momento, de la
columna vertebral de los Alayos, hacia el Este. El primer tramo del
descenso del Picacho es un poco dificultoso, al pasar la vereda por
una zona rocosa y muy pendiente. Después es bastante cómoda, eso si
con algunas fuertes pendientes tanto de subida como de bajada, pues
el transito hasta el segundo de los picos, el Corazón de la Sandía
(1.885 m), es un continuo subir y bajar.
Casi
sin darnos cuenta llegamos a la base de la gran mole pétrea del
Corazón de la Sandía . Su ascenso como explique antes es complicado
y peligroso.
Continuamos
la vereda hacia el Este, aunque en ésta ocasión no va por la
cresta , sino un poco por debajo, por la ladera Sur, camino de los
Castillejos. La vereda principal no asciende a los Castillejos, sino
que los bordea a media ladera y es el momento de abandonarla y subir
por casi imperceptibles veredas de ganado, por donde nos parece más
cómodo. Desistimos de subir a la cima más elevada de los
Castillejos (1,986 m)(se trata de dos cimas con forma de almenas, por
lo que deduzco que de ahí vienen sus nombres) y si lo hicimos a la
segunda (1.978 m), situada más al Este y con mejores vistas y vaya
vistas, sobretodo hacia las altas cumbres de Sierra Nevada, el
Trevenque y los Gallos.
Tras
disfrutar enormemente de nuestro periplo por la Cuerda de los Alayos
y de sus magníficas panorámicas descendimos hacia el SE, por una
vereda casi imperceptible y de forma bastante cómoda hasta el
Collado del Pino. Éste fue el punto donde cometimos el error
anteriormente aludido. Una vez alcanzamos el sendero , muy cerca de
cruce señalizado, donde un ramal recorre a media ladera los Alayos
por su cara Norte hacia Rambla Seca (al Oeste) ,otro que asciende al
Collado del Pino (al SE), y el que nosotros tomamos, al Norte que
baja en breves metros a la toma del Canal de la Espartera, tras
cruzar el Río Dílar.
Desde
la toma del Canal cogemos el sendero señalizado que al NO y en menos
de 4 km nos lleva al Collado Sevilla por la ladera Sur de los
Arenales del Trevenque, después de atravesar el Barranco del Búho.
Un
poco antes de llegar al Collado de Sevilla nos desviamos al Cortijo
de Sevilla, donde tomamos el carril que desciende hacia el Sur hasta
una caseta (parece una especie de transformador). En éste punto hay
que buscar una senda tras la caseta, muy imperceptible al principio,
pero que más tarde se ve con claridad. Ésta senda nos baja al lecho
del Río Dílar de forma muy vertiginosa y con piedra suelta.
En
el Río tomamos la vereda que recorre el mismo, a la derecha, hacia
el Oeste. Ésta vereda va en todo momento cerca del cauce de río,
atravesandolo hasta el ocho ocasiones, sin puentes, por lo que con
crecidas podemos mojarnos. Nos vamos introduciendo en el cañón que
forma la cara SE de la Boca de la Pescá y la NO de Cerro Hueco,
siendo el paraje de una gran belleza, rodeados de una exuberante
vegetación riparia y formaciones rocosas increíbles.
Casi
sin darnos cuenta y embelesados por el impresionante trazado de ésta
vereda, llegamos a la Central Eléctrica de Nuestra Señora de las
Angustias , a la cual llega la tubería que recoge el agua del Canal
de la Espartera y que cae a plomo desde casi 0´5 km de altura desde
la Boca de la Pescá .
Solo
resta seguir la pista que llega a la Central Eléctrica durante algo
menos de 1,5 km hacia el Oeste hasta llegar al aparcamiento del Área
Recreativa del Río Dílar.
Muy buenas las fotos, enhorabuena por la ruta. Hecho de menos la descripcion de la misma, cuando tengas un hueco ponla, ya que son un referente para todos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Miguel estoy en ello. A ver si estás al 100% pronto, ya llevamos mucho tiempo sin compartir ruta y estoy deseando hacerlo. Un abrazo y hasta pronto!!
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