viernes, 25 de marzo de 2016

VÍA VERDE DEL GUADALIMAR (PARCIAL DESDE LA ESTACIÓN DE LINARES- BAEZA) 25-03-2016


Paseo por el trazado ferroviario Baeza- Utiel, que nunca llego a ser inaugurado a pesar de estar casi completamente terminado. Hoy algunos de sus tramos se han reconvertido en Vías Verdes, como precisamente éste y otro en la Sierra de Alcaraz en la provincia de Albacete.
A este tramo se lo denomina Vía Verde del Guadalimar, por transcurrir junto a dicho río y comienza en las cercanías de la Estación Linares- Baeza, en la carretera de Miralrío, junto al cortijo de Arquillos y finaliza (el tramo adecuado como vía verde) cerca de la Vereda de Pajareros en Bejijar, contando con 15,30 kilómetros de trazado, 5 viaductos, 2 pasarelas y 7 túneles iluminados (aunque por los dos que pasamos nosotros la iluminación estaba inutilizada, posiblemente por obra de desaprensivos).
Hay que advertir que tras pasar bajo la nueva autovía A-32 (N- 322) falta señalización y si seguimos rectos llegamos a la carretera (vieja N-322), no quedando más remedio que retroceder o como hicimos nosotros a la ida, seguirla hacia el este hasta de nuevo llegar a la Vía Verde. Por lo tanto hay que girar a la izquierda para seguir sobre el trazado de V.V.

Algo de historia sobre este ambicioso trazado ferroviario (extraido de Wikipedia):

La línea de ferrocarril Baeza-Utiel, a veces también denominada línea Baeza-Albacete, fue un ambicioso proyecto ferroviario nunca finalizado que debía unir las localidades españolas de Baeza y Utiel, y que formaba parte de un proyecto más amplio que llegaba incluso a la Frontera francesa. Aunque la construcción empezó durante la Dictadura de Primo de Rivera, el proyecto sufrió numerosos retrasos durante más de treinte años, y en 1964 el régimen franquista decidió paralizar las obras y desechar todo el proyecto. La línea inacabada fue definitivamente desmantelada a comienzos de los años 1990, y en la actualidad se está tratando de recuperar el trazado de las vías como una ruta verde.
Para Antonio Abellán, el ferrocarril Baeza-Utiel constituye "uno de los mayores fracasos de las construcciones ferroviarias españolas".


La línea Baeza-Utiel tenía un trazado total de 366 km desde su inicio en Baeza hasta Utiel. Asímismo, constaba de 107 túneles y 25 viaductos. Originalmente estaban previstas 28 estaciones, aunque finalmente se redujo el número y solo se construirían 12 estaciones. A la altura de 1964, en el momento en que se detuvieron las obras, ya se habían colocado las vías entre Albacete y el límite de la provincia de Jaén, lo que suponía un total de 108 km de vías.
Tras llegar a Utiel esta línea estaba previsto que continuara hacia el norte, atravesando transversalmente la península, con las principales estaciones situadas en Teruel,Alcañiz, Lérida, Puebla de Segur y Saint Girons (Francia). De hecho, el tramo entre Lérida y Puebla de Segur fue el único en entrar en servicio de todo el proyecto.


Si bien el planteamiento de este ferrocarril quedó plasmado en el llamado Plan Guadalhorce de 1926, durante los años de la dictadura de Primo de Rivera, lo cierto es que existían antecedentes que se remontaban a principios del siglo XX. Pero no sería hasta 1926 cuando se plantee seriamente la construcción de esta línea que buscaba el establecimiento de una conexión ferroviaria más directa del Norte de África y Andalucía con Francia, además de llevar el ferrocarril a esta zona de España que había quedado aislada de las grandes líneas ferroviarias; en definitiva, pretendía unir Andalucía oriental con el Levante para potenciar la economía y los intercambios comerciales entre ambas zonas de España. Las obras comenzaron en 1927 y durante los siguientes años se mantuvieron a buen ritmo. Algunas instituciones locales y provinciales intentaron que la línea fuera alargada y llegase hasta Jaén, convirtiendo así a la capital de provincia en cabecera de la línea, aunque esta petición no prosperó.
En su momento fue muy importante la intervención del general Leopoldo Saro Marín, personaje destacado de la Dictadura de Primo de Rivera que tuvo una enorme influencia en el desarrollo de este proyecto; destacados caciques locales también hicieron una importante campaña en favor del nuevo ferrocarril.
A partir de 1930 el ritmo de construcción se fue ralentizando y tras llegada de la Segunda República las obras se fueron deteniendo casi al completo. La mala situación económica del momento (consecuencia de la crisis de 1929) se hizo sentir, a lo que se unía que el nuevo gobierno republicano había derogado el Plan Guadalhorce y no se mostraba muy partidario de la construcción de nuevos ferrocarriles, en un contexto de creciente peso de la carretera frente al tren. En enero de 1936, un informe titulado El problema de los ferrocarriles en construcción que había sido publicado por las oficinas de estudio de las compañías MZA y Norte recomendaba que se abandonara la construcción entre Utiel, Teruel y la frontera francesa, mientras que el tramo Baeza-Utiel era el único de toda la línea que tenía cierto interés de explotación. El comienzo de la Guerra Civil paralizó las obras durante varios años, hasta que la dictadura franquista autorizó nuevas inversiones y la continuación de todo el proyecto.
El Ministerio de Obras Públicas decretó en 1943 la liquidación definitiva del proyecto, por lo que las obras continuaron durante los siguientes años a buen ritmo. El tramo Lérida – Puebla de Segur fue completado e inaugurado en 1951, siendo la única sección de la línea que entró en servicio. Hacia 1960 las obras se encontraban muy avanzadas y se licitó la instalación de las vías en un tramo de 108 km situado en la zona colindante de las provincias de Jaén y Albacete. Por el contrario, los trabajos del tramo situado entre Albacete y Utiel siempre fueron muy atrasados por la escasa financiación. En cuanto a la financiación de todo el proyecto en su conjunto, las mayores inversiones se realizaron precisamente en esta época, a comienzos de los años 1960.


En 1962 el Banco Mundial elaboró un informe donde se consideraba que este ferrocarril no sería económicamente rentable una vez estuviese operativo, por lo que recomendaba al gobierno español su abandono. En fechas posteriores otros informes, como el de la compañía francesa Sofrerail, mantuvieron los mismos argumentos referentes a su escasa rentabilidad. A pesar de todo el esfuerzo realizado por las distintas administraciones españolas a lo largo de tres décadas,1hacia 1964, tras haber terminado un 78% de las obras (incluyendo el tendido, las estaciones y túneles), el gobierno español detuvo la mayoría de los trabajos y la línea fue abandonada. Aunque todavía se estuvo sopesando la idea de finalizar los trabajos que estaban cercanos a completar, un informe del Ministerio de Fomento de 1968 calculaba que todavía sería necesaria la inversión de 1.900 millones de pesetas y tres años más de trabajos.
Tras el final de la dictadura y los años de la Transición, durante algún tiempo se planteó la posibilidad de finalizar las obras pendientes que existían en el tramo Baeza-Albacete y su definitiva apertura al tráfico. Sin embargo, en 1984 el Consejo de ministros dio carpetazo definitivo a este proyecto y decretó el levantamiento de vías. En 1988 el gobierno acordó la enajenación de las instalaciones ferroviarias y en 1991, el levantamiento del tramo de vías que había sido instalado.
Aún hoy en día se pueden ver estaciones abandonadas en la Loma de Úbeda, algunos pueblos de la Sierra de Segura, como Beas de Segura (Jaén) y en la zona de Albacete.
En 1985 el tramo Lérida-Puebla de Seguir estuvo a punto de ser cerrado por ser considerado una línea deficitaria, pero la Generalidad de Cataluña asumió los costes de la línea. En 2005, el tramo que quedaba vivo de la línea fue cedido íntegramente a la Generalidad de Cataluña, pasando a ser gestionado por FGC tras una completa renovación de la infraestructura.”


Información sobre Vías Verdes de este mega proyecto ferroviario:




http://www.viaverdeab.es/











Llegamos al inicio de la ruta...

...en la carretera de Miralrío (J-9007), muy cerca de la Estación Linares- Baeza...

...donde encontramos señalización de la Vía Verde del Guadalimar...

...a la entrada en el puente sobre el río Guadalimar.


El Cortijo Arquillos y el dique del Guadalimar.

El viaducto de la nueva A-32.

Aitor, Azahara y Silvia por el puente del Guadalimar.


Dique.

Cortijo Arquillos.

Detalle del dique.


Aitor y Azahara fascinados tras atravesar el puente.

Estación Linares- Baeza y Linares sobre la loma.


Paso sobre un arroyo.

Estación Linares- Baeza.

Puentecillo para vadear otro arroyo.


Al atravesar la carretera JV-3043 encontramos nueva señalización.


Plano del proyecto.

Nuevo puente y al fondo el primer túnel del abandonado proyecto ferroviario.

El arroyo de Ibros buscando al río Guadalimar.


Llegamos al primer túnel...

...aunque por desgracia echamos de menos la iluminación.

Pero se puede atravesar sin mayores problemas a pesar de su longitud.



Otro puente, esta vez sobre un meandro del río Guadalimar.

Profusa vegetación de ribera tapizan las orillas del río.

Y para Aitor y Azahara es un aliciente poder observar a multitud de galápagos tomar el sol en  la orilla y volar a diversas aves acuáticas.


Arroyo de Capones.


Llegamos a una zona de descanso y al segundo túnel...

...también sin iluminación...

...lugar donde decidimos regresar por el mismo camino.

Parando un rato para observar a los galápagos.


Nos acercamos de nuevo al puente sobre el Guadalimar...

...para tras atravesarlo...


...dar por concluido este interesante paseo.