domingo, 12 de octubre de 2014

ARTUÑEDO, PEÑA AMUSGO Y LAS HUELGAS POR LOS BARRANCOS DE ARROYO FRÍO Y PARRATE (SIERRA DE SEGURA) 11-10-2014


Nuevamente volvemos por ésta parte de la Sierra de Segura para realizar un recorrido, y es que esta recóndita, abrupta y salvaje zona serrana nos tiene cautivados. Ascender a las aldeas desde el embalse del Tranco por cualquiera de los barrancos que vienen a morir aquí es una aventura inolvidable; densos bosques que semejan selvas en el fondo de los barrancos, saltos de agua y cascadas, vertiginosas cerradas, poyos y cortados harán las delicias de cualquier amante de las montañas.
Pero cuando recorremos éstos intrincados valles y barrancos no paramos de ver restos , señales ,de que no hace tantos años el paisaje tuvo que ser muy diferente al de hoy en día, menos denso en vegetación y con bastante trasiego de gentes de aquí para allá. Recorremos viejos senderos, casi perdidos o perdidos del todo, autenticas carreteras para los serranos de la época y muchos restos de cortijos, cortijadas, tinadas, bancales de cultivo y pequeñas manchas de olivos y árboles frutales.
Es una pena que todo éste rico patrimonio etnográfico junto con toda su toponimia se pierdan en el olvido. Ahora los que recorremos éstos lugares tenemos que conformarnos con los topónimos que los mapas topográficos , a veces de forma un tanto arbitraria otorgan a los lugares, quedándose la mayoría de cerros, arroyos, lomas y restos de cortijos sin nombre, sin identidad, sin historia. Para la mayoría de la gente éste Parque Natural es tan solo el más extenso bosque de pinos de España, donde es fácil visualizar grandes ungulados y hay agua por todas partes; pero los que vamos conociendo un poco más fondo éste paraíso natural sabemos que es mucho más.
Ruta larga y dura por el desnivel a salvar, sin grandes dificultades técnicas, casi todo el recorrido por caminos y senderos o por lo que va quedando de ellos ,donde el incipiente otoño da una nota de color a una zona de belleza exultante.

Comenzamos nuestra andadura en el Puente de Hierro, donde estacionamos el vehículo y al cual llegamos por a la pista que va junto al embalse del Tranco por su orilla derecha y a unos 13 kilómetros del camping Llanos de Arance.
Durante unos 6 km caminaremos por ésta pista dirección Norte, casi todo el tiempo junto al embalse e inmersos en un mar de nubes, lo que daba al paisaje un aspecto fantasmagórico. Pasamos los arroyos del Lobo o Cañete y el de la Cerrada para antes de llegar al arroyo del Montero en una bifurcación de pistas, seguir la de la izquierda, que se va alejando del embalse en dirección NE, hacia el arroyo Frío. Pasamos junto a las ruinas de unos cortijos y al poco encontramos la barrera que corta el paso a los vehículos. En pocos metros cruzamos el arroyo Frío y tomamos un carril de mucha menor entidad a la derecha, al SE.
Éste carril acompañara durante algo menos de 2 km el fantástico curso de arroyo Frío hasta que finaliza , para continuar por sendero. La remontada de éste arroyo es impresionante, encajonado entre formidables paredes pétreas, con cascadas y rápidos, cuevas en roca porosa toba y un denso bosque de galería y pinares ;lástima que la primera parte da la misma fue entre el mar de nubes y no nos dejo disfrutar con plenitud .
Una vez acabado el carril , tomamos un sendero tras cruzar el cauce del arroyo (que tras fuertes lluvias puede suponer un problema), que asciende en fuerte pendiente hacia el Este hasta llegar a las ruinas del cortijo de Eliseo o de las Malezas del Muerto . Desde aquí las vistas son formidables, el impresionante barranco de arroyo Frío, el mar de nubes cubriendo el embalse del Tranco y la sierra de las Lagunillas y las Villas tras él.
Descendemos poco a poco hasta el curso del arroyo, sin sendero definido, entre olivos , bancales de cultivo invadidos de maleza y bajo unos cortados, que no nos dejan más opción que llegar al lecho del arroyo. Enfrente tenemos una pequeña cascada y unos abrigos y covachas , fruto del agua cuando el arroyo baja pletórico. Hacia estas covachas nos dirigimos, cruzando el arroyo y bordeando un poco en busca del sendero, que a partir de ahora está mucho más desdibujado, siendo difícil seguirlo.
Pero a partir de ahora seguiremos siempre por su margen natural izquierda, hacia el SE, casi más campo a través que por sendero, no parando de sorprendernos ante la espectacularidad de los paisajes que se abren ante nuestros ojos. Llegamos a la ruinas del cortijo de los Coloraillos y enfrente tenemos una formidable cerrada coronada por una densa chopera que luce sus galas otoñales; la estampa es de postal.
Vamos llegando a la cabecera del arroyo, un circo montañoso donde varios torrentes lo forman. Ahora el terreno es mucho más abierto , sin tanta vegetación y con formidables y casi imposibles formaciones rocosas. Ya vemos las casas de Artuñedo sobre éste circo y el sendero poco a poco va siendo más claro. Pasamos junto a las ruinas de un cortijo y al poco el sendero si toma más entidad. Éste sendero lleva hasta Artuñedo, nosotros lo abandonamos para atajar, pero es recomendable seguirlo para allí tomar el que nos llevará a Peña Amusgo.
Desde Artuñedo hacia el Sur, sale el sendero que bordea el Cerro Tolaillo para llegar a Peña Amusgo, bien definido y con marcas verdes para no perderlo . A medio camino paramos en un impresionante mirador natural para comer y descansar. Desde aquí divisamos todo el valle del arroyo de los Centenares con las Banderillas de fondo y el de las Espumaderas a nuestra izquierda, para mi ésta estampa es de las más bellas de éstas sierras.
Al pasar junto a Peña Amusgo, otro lugar emblemático que bien merece una visita, decidimos no subir a su cima, el tiempo apremiaba y no queríamos que nos pillara el anochecer en el barranco del arroyo de las Huelgas o Espumaderas. Así que seguimos el sendero hacia el Sur, pasando sobre la cabecera del arroyo del Lobo y teniendo fantásticas panorámicas del Tranco y de la Sierra de las Villas.
El sendero, bien definido, comienza a descender de manera más acusada al SO hasta el maravilloso paraje de las Huelgas. Pasamos junto a unas ruinas, que al juzgar por el tipo de construcción debió ser una gran casa forestal; caminamos al Oeste, siguiendo el curso del arroyo aguas abajo. Éste se precipita en una cascada, momento de cruzar a su orilla izquierda, donde ya se ve claro el sendero, jalonado de hitos que pasa sobre la espectacular Cerrada de Parrate.
Seguimos hacia el Oeste y nos desviamos a la derecha a un espolón sobre la Cerrada, es un privilegiado mirador natural. Estamos situados en lo alto de unas paredes verticales de muchos metros sobre el arroyo de las Huelgas, es la parte más espectacular de la Cerrada de Parrate.
Desde aquí hasta que llegamos casi al lecho del arroyo el sendero está mucho menos definido, prácticamente perdido. Desciende muy bruscamente hacia el Oeste primero y Norte después; hay rastros de lo que parece ser fue el sendero y con un poco de intuición se encuentra el mejor camino. Hay que tener precaución en éste descenso.
Una vez en el lecho del arroyo tenemos la opción de adentrarnos un poco en la cerrada para disfrutar de ésta maravilla, donde una sucesión de pequeñas cascadas se precipitan entre altísimas paredes de roca. Nosotros sin embargo y como ésto ya lo habíamos hecho en otra ocasión, decidimos seguir un poco aguas abajo entre viejos bancales para divisar otras pequeñas cascadas, sin duda una imagen preciosa.
Tomamos el sendero que nos lleva hasta las ruinas de un cortijo, entre bancales, y ya desde aquí seguimos por otro que nos llevará hacia el NO hasta la pista forestal de la Fuente del Roble. Éste sendero va siempre paralelo al arroyo y a cierta altura sobre el mismo, estando a veces un poco invadido de maleza o con algún pino muerto sobre el mismo, pero prestando atención se sigue sin demasiados problemas.
Finalmente llegamos a la mencionada pista, que seguimos a la derecha, hacia el Este y que en algo menos de 3 km desciende hasta el Puente de Hierro.




Análisis ibp index









Comenzamos al amanecer inmersos en un mar de nubes, lo que confiere al paisaje un aspecto fantasmagórico.

Tras unos 6 km de pista ,nos desviamos un poco para visitar éstos cortijos en ruinas.


Al poco de pasar la barrera que corta el paso de vehículos, tomamos un camino que  transcurre junto al arroyo Frío.

Aunque no pudimos disfrutar plenamente del paisaje de ésta parte del recorrido.....

....la niebla sin duda le confiere su encanto.

Llegando al cortijo de Eliseo, en las Malezas del Muerto , salimos del mar de nubes contemplando éste espectacular paisaje con la Sierra de las Lagunillas y las Villas de fondo.

Manu y Miguel, dos grandes compañeros de ruta.

Increíble lugar donde se asentaba el cortijo de Eliseo.

Las ruinas del cortijo.


Junto a una pequeña cascada se encuentran estas covachas en el arroyo Frío.




Otras covachas en roca porosa de toba en el marco de un espectacular bosque con el suelo tapizado de helechos.


A la izquierda las ruinas del cortijo de la Majá la Vaca, o quizá se llame de otra manera, quien sabe; la verdadera toponimia de estos lugares se perderá en el olvido .

Espectacular cerrada con una densa chopera empezando a  mostrar sus galas otoñales.


Ruinas del cortijo de los Coloraillos.


No nos resistimos a dejar de fotografíar  ésta espectacular cerrada y formaciones rocosas.



Tres de los cortijos por los que pasamos en el barranco del arroyo Frío: Eliseo, Majá la Vaca y Coloraillos.

La cabecera de éste arroyo.....

....es simplemente espectacular.

Ya divisamos nuestro siguiente objetivo: las casas del Artuñedo.

Pero mientras avanzamos hacia Artuñedo.....

....no podemos dejar de mirar atrás......

....para contemplar...

....éste PARAÍSO.

en los bancales de Artuñedo.

Magnífico lugar en el que está emplazada ésta aldea.

Zona de Artuñedo con el Yelmo de fondo.

Desde un mirador natural camino a Peña Amusgo nos encontramos con ésta impresionante postal.

Las Banderillas de fondo y todo el valle del arroyo de los Centenares con la aldea homónima presidiendo el mismo.

El Artuñedo.

Fantástica, Peña Amusgo o Mujo.

Una lástima que el tiempo nos apremiara y no poder subir  a su cima.

Enormes panorámicas desde la zona de Peña Amusgo, camino de las Huelgas.

Sierra de las Villas, Cabeza de la Viña ,embalse del Tranco......

Vamos a comenzar a descender hacia las Huelgas; ya vemos el barranco por el que descenderemos, el de las Huelgas o Espumaderas, donde se sitúa la Cerrada de Parrate.

El bellísimo paraje de las Huelgas.



Nos vamos acercando a la impresionante Cerrada de Parrate.

Desde el mirador natural sobre la cerrada.

Vista hacia las Huelgas.

Los abismales cortados bajo nuestros pies.

¡Sin palabras!

Pequeñas cascadas y saltos de agua en el arroyo de las Huelgas.

La Cerrada de Parrate va quedando atrás.....

...y a pocos kilómetros de concluir la ruta nos asaltan bellas estampas.

En el Puente de Hierro, punto y final a ésta maravillosa ruta circular.









5 comentarios:

  1. ¡Espectacular! esta zona de la Cerrada del Parrate. De esta temporada no pasa que la haga.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Bellisímo lugar !.Ya van tomando color Otoñales la sierra.Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Es una zona preciosa y merece la pena ser conocida. ¡Un saludo a los dos!

    ResponderEliminar
  4. Simplemente: preciosa ruta estupendamente descrita. Tengo ya ganas de retornar a esos lugares siguiendo alguna de tus indicaciones. No creo que tarde mucho ya.

    Salud y Montaña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carlos.
      Viendo las fotos verás lo espectacular que es la zona. A mi es un rincón que especialmente me gusta mucho y por cualquiera de las rutas que tengo subidas es una pasada.
      Espero que visites pronto estos parajes, te gustarán.
      Un abrazo.

      Eliminar