Esta ruta se desarrolla en
el conjunto de sierras englobadas dentro del Parque Natural de las
Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Cadena montañosa perteneciente
a la cordillera Penibética de orientación sureste – noroeste y
cuyas máximas elevaciones y divisoria de mares forma el limite de
las provincias de Granada y Málaga.
Dos conjuntos de montañas
morfológicamente diferentes forman este macizo. Por un lado estaría
la sierra de Almijara, más agreste, afilada, caótica , de perfil
más alpino. Y por otro estaría la sierra de Tejeda, más alomada y
“ordenada”, de mayor altitud, superando en la Maroma los 2.000
metros. Ambas, por su proximidad al mar , su notoria altitud, sus
hendidos barrancos y vertiginosos tajos hacen que no pasen
desapercibidas, aunque aún así hasta hace muy poco han sido unas
grandes desconocidas a nivel montañero y que sin duda a quien se
atreve a indagar en sus entrañas acaba enamorándose de forma
irreparable.
En éste recorrido
bordeamos y ascendemos a la gran mole del Cerro de la Chapa (1.819 m) o Sierra
de Játar, a caballo entre las sierras de Tejeda y Almijara y que
morfológicamente tiene un poco de las dos, aunque más bien
pertenece a la primera. Su amplia superficie cimera, que supera los
1.700 metros de altitud, un gran páramo donde hay varias cimas
alomadas contrasta con los profundos barrancos y tajos que la rodean.
Tejeda y Almijara se unen
en el Puerto de Cómpeta, que ha sido un tradicional paso de
comunicación entre las poblaciones próximas a la sierra en la
vertiente malagueña (valles de los ríos Algarrobo y Torrox) con la
Granadina (Játar, Alhama de Granada, Arenas del Rey, Fornes...).
La ruta la he calificado
de difícil, atendiendo no solo a su gran longitud, que supera los 25
kilómetros, ni al desnivel acumulado bastante notorio también, pues
supera los 1.300 metros, sino además por el terreno por el que nos
desenvolvemos en algunos tramos del recorrido .Especialmente
complicado es el descenso desde la cumbre del Cerro de la Chapa hasta
el cortijo del Haza del Aguadero en el barranco de Malinfierno, campo
a través por un terreno muy inclinado y rocoso donde es fácil
resbalar y caer, aunque no especialmente peligroso. También son
complicados los últimos kilómetros del recorrido atravesando las
Campiñuelas y los hendidos y erosionados barrancos de la Cueva y el
Rincón entre otros, por veredas de ganado casi imperceptibles o ni
si siquiera eso, por lo que sería recomendable dejar coches en Játar
y otros en el inicio de la ruta ahorrándonos ésta parte un poco
tediosa y que realmente no aporta mucho.
Agradecemos a carlosgps su
track de Wikiloc sobre el que hemos basado gran parte de ésta ruta.
Durante los casi primeros
7 kilómetros de ruta recorremos íntegramente el sendero señalizado
“Játar – Puerto de Cómpeta”. Descripción que hace de éste
sendero la Ventana del Visitante de los Espacios Naturales de
Andalucía:
-------------------------Pocos
recorridos son tan entrañables y nostálgicos como aquellos que
reviven los antiguos caminos de herradura y aún mas si comunican
valles a través de escarpadas sierras, como es el caso del sendero
Játar - Puerto de Competa. Poco costará imaginar el paso cansino de
las acémilas, cargadas y sudorosas escalando los peldaños de piedra
y serpenteando para ganar las alturas del puerto y poder descender
por el lado contrario. Son estas historias antiguas, sin duda, pero
otras no tan antiguas. El paso de los arrieros a través de éste
puerto perduró hasta 1970 y de forma ocasional, aún después. Uno
de los productos más frecuentes y que debía de llegar rápido, eran
los pescados de la costa, que viajaban durante la noche para esquivar
el calor, pero no es la única mercancía. A la vuelta siempre había
algo que transportar, lana, comestibles, cereales y muchos más.
El
sendero se inicia en la zona industrial de Játar, unos 2,5 km al Sur
de la población. Desde aquí ya podemos empezar a disfrutar. Justo
al comienzo y bajo nuestros pies se encuentra la cueva del Linarejo.
Su visita la podemos dejar para la vuelta, pero debemos saber que por
aquí se derraman algunas de las aguas que se infiltraron en la
sierra, y que dan origen a uno de los muchos arroyos de aguas limpias
que son recogidas por el próximo embalse de los Bermejales.
El
sendero es fácil de seguir porque ha sido excavado por la acción de
las herraduras y de los años. Tras de cruzar el barranco de las
Cuevas, ascendemos por la trinchera que abrieron los tiempos. En el
punto mas alto, conviene hacer un breve descanso para otear el
horizonte. Aquí el camino se encaja a más de dos metros de
profundidad: la herradura muele la roca y el agua arrastra los
detritos, eso durante muchos centenares de años.
Descendemos
ahora hacia Venta Lope. Los pequeños manantiales, ahora en desuso o
como abrevadero ocasional, fueron muy apreciados para riego de una
pequeña huerta en el entorno de la venta. El cortijillo, bastante
modesto y en ruinas, era lugar de parada, descanso, reunión, copas
de orujo, cigarro de petaca y conversación. No sólo los arrieros
eran clientes, también los pastores, leñadores, cazadores, viajeros
y bohemios que también los hubo. Lugar sin duda entrañable, que nos
invita a meditar y soñar las muchas vivencias de estos lugares, que
el tiempo ha evaporado.
Circulamos por la solana sobre
terrenos azulados y con frecuentes deslizamientos. Enseguida cruzamos
el cauce alto del río Añales, para disfrutar de una umbría de
densa vegetación, principalmente pino resinero. Subimos hasta los
1.440 metros de altitud para encontrarnos de frente Puerto de Cómpeta
y, más visible aún, una cantera de precioso mármol, que no está
en explotación. Los cortes recientes en la roca, nos permiten ver el
color, de blanco, veteado, gris y azulado. Los bancos de corte se
suceden hasta una altura de más de 50 metros. Algunos derrubios y
restos de maquinaria aún permanecen por el entorno, como recuerdo de
la industria olvidada. Es obligatorio acercarse al mismo puerto
(1.404 m), para encontrarnos con las trazas del viejo camino de
herradura, que desde aquí desciende hasta las poblaciones moriscas
de La Axarquía. --------------
Desde
el Puerto de Cómpeta ascendemos de forma muy acusada hacia el norte
por un cortafuegos hasta que llegamos a un carril , pasando antes por
un viejo pluviómetro. Casi 100 metros de desnivel separan ambos
puntos en una distancia muy corta, aunque las vastas vistas que se
nos abren en todas direcciones gratifican el esfuerzo.
El
carril lo tomamos a la izquierda ,hacia el norte al principio,
noroeste después. Caminamos sobre una empinada ladera por encima de
las cabeceras de los ríos Torrox y Algarrobo y cubierta de un denso
bosque de repoblación de pinos negrales y silvestres. Aunque la
visibilidad durante todo el día fue malísima pudimos disfrutar de
las excelsas panorámicas de las laderas sureñas de estas sierras y
parte de la Costa del Sol.
Tras
ascender por una fuerte rampa del carril y salir del bosque para
internarnos en las áridas zonas altas del macizo de la Chapa
llegamos a una bifurcación. Nosotros tomamos el ramal de la derecha
, el cual nos dejara muy cerca de la cumbre del Cerro de la Chapa.
Recomiendo regresar a éste punto tras coronar el vértice geodésico
de la Chapa y tomar el ramal izquierdo , el cual nos llevará al
cortijo del Haza del Aguadero pasando por encima de los
espectaculares Tajos de la Chapa, evitando así el complicado
descenso al que anteriormente he aludido y ganando en vistas
espectaculares , haciendo éste tramo mucho más cómodo y atractivo
sin alargar excesivamente el recorrido ( posiblemente menos de 1
kilómetro).
El
ramal de la derecha como comente nos deja muy cerca de la cumbre
pasando antes por una dolina. Solo hay que ascender los últimos
metros campo a través por un terreno pedregoso aunque no
excesivamente complicado. La pequeña y fea caseta de chapa situada
en el Cerro del Puerto nos servirá de guía y desde ésta hacia el
sureste en poco más de 100 metros llegamos al geodésico de la
Chapa. Las vistas desde aquí son impresionantes, las cumbres
Almijáricas (Lucero, Piedra Sillada, Cabañeros, Navachica...) hacia
el este , las de Tejeda (Maroma, Malas Camas, Albucaz) al oeste, los
Campos de Alhama, Parapanda...al norte, Sierra Nevada al noreste, La
Sierra de Loja al noroeste, la Costa del Sol al sur...
Regresamos
a la dolina y campo a través seguimos hacia el noroeste pasando
entre algunas de las cumbres que forman ésta paramera. Comenzamos a
dar vistas a las cumbres de Tejeda, al barranco de Malinfierno y al
cortijo del Haza del Aguadero. Cresteamos hacia el noroeste y norte
hasta llegar a un collado. Estamos practicamente sobre el cortijo del
Haza y emprendemos el difícil descenso hacia el oeste y más o menos
siguiendo el lecho del barranco.
Llegamos
a la pista que recorre el barranco de Malinfierno excavado por el río
Alhama. Seguimos por ella hacia el norte , aguas abajo. El barranco y
el cauce del Alhama es espectacular, hay cerradas y pequeñas
cascadas rodeados de profundos barrancos, empinadas laderas y
cortados. Si hacemos un alarde de imaginación y pensamos como sería
la zona antes de estar tan deforestada y erosionada ,podemos ver una
gran maravilla natural.
Al
principio el camino está en buen estado pero conforme descendemos y
el río Alahama se va encajonando vemos como paulatinamente va
empeorando hasta que desaparece totalmente, literalmente las fuertes
lluvias acaecidas por estos lares en el 2.010 lo han borrado del
mapa, y el barranco Malinfierno hizo honor a su nombre. Cuando el
Barranco del Potril se une al Malinfierno es cuando peor está el
terreno teniendo que hacer pequeñas destrepadas y vadear en varias
ocasiones el río, que cuando vaya crecido puede suponer un problema.
Curioso es ver el ojo de uno de los puentes por los que vadeaba el
camino al río Alhama aún en pie, que fuerza no tendría que llevar
el agua para causar tal destrozo.
El
barranco se va ensanchando saliendo de la sierra y el camino que va
ganando altura sobre el mismo de nuevo vuelve a estar en buen estado.
En una bifurcación de carriles tomamos el de la derecha, hacia el
este, internándonos en las Campiñuelas. Cuando el carril gira hacia
el norte nosotros seguimos al este por una vereda de ganado que en un
principio se va intuyendo y nos lleva de forma relativamente cómoda
y casi llaneando. Llegamos a una nave ganadera y a partir de aquí y
hasta el final de ruta la cosa se va complicando por momentos, por lo
que no sería mala idea ir hacia Játar por el camino que sale de
ésta nave.
Seguimos
hacia el sureste, atravesamos dos barrancos que forman el de la
Cueva y al llegar al barranco del Rincón y viendo ya muy cerca las
naves industriales donde estacionamos el vehículo decidimos no
cruzar por aquí y seguir hacia el noreste para llegar a un camino y
después a la carretera A-4150 por la que caminamos hasta las naves
industriales de los Enebrales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario