Sorprendente
recorrido por el complejo sistema de sierras y montañas denominadas
de forma genérica Sierra Sur de Jaén, en la zona suroccidental de
dicha provincia y pertenecientes a la cordillera Subbética .
Incomprensiblemente y a pesar de los incalculables valores de diversa
índole que posee ésta zona montañosa, no está amparada bajo la
figura de protección de Parque Natural, algo demandado por
muchísimos habitantes de la zona y amantes de la naturaleza y los
deportes de montaña de toda la provincia (parece ser que Jaén ,
ese “Paraiso Interior” del que tanto se jactan algunos políticos
ya cuenta con demasiados Parques Naturales y los intereses económicos
de algunos sectores chocan frontalmente con esta posibilidad).
En
esta ruta recorremos dos cuerdas, la del Morrón de los Quejigales y
la del Alto de Orozco, englobadas en la Sierra de Alta Coloma y entre
los pueblos de Carchelejo y Campillo de Arenas, casi en todo momento
por su linea cimera, por lo que debido a esto y a su situación
geográfica, las continuas y vastas panorámicas son una constante.
Pese
a ser una ruta larga, de casi 24 kilómetros y con un desnivel
acumulado positivo bastante considerable , de 1.200 metros, a rasgos
generales es bastante cómoda ,desarrollandose casi toda ella por
carriles, pistas y cortafuegos.
Agradecemos
a Antonio Vázquez Hinojosa el track publicado en Wikiloc, el cual
hemos seguido casi al pie de la letra.
El
lugar de inicio de la ruta se sitúa en las Casas de Cazalla,
cortijada o pequeña aldea cercana a Carchelejo y a la que se accede
desde ese pueblo o desde la autovía A-44, tomando la salida 64
(Carchelejo/ Arbuniel) y a continuación la carretera N-323A hacia el
sur y que discurre paralela a la autovía hasta que se corta,
siguiendo hacia el oeste, alejandose de la autovía ,ahora como pista
en buen estado durante algo más de 1 kilómetro.
Caminamos
por el carril que desde las Casas de Cazalla sale al suroeste y que
discurre junto al arroyo del Monasterio. Pronto llegamos a una
bifurcación de carriles y de arroyos (el de la izquierda es el del
Junquillo, por el que regresaremos). Tomamos el de la derecha que
sigue junto al arroyo del Monasterio. En este primer tramo de ruta
ascendemos entre viejos olivos.
Llegamos
a otra bifurcación y nuevamente seguimos el carril de la derecha,
alejandonos del arroyo. Si seguimos el otro carril también nos
llevara a nuestro primer objetivo, el Convento de Cazalla, aunque
dando algo más de rodeo.
En
poco más de 2 kilómetros desde que comenzamos a caminar llegamos al
curioso y pintoresco lugar donde se ubica el Convento de Cazalla.
Algo de historia sobre este lugar:
Este
convento está muy ligado a Nuestra Señora de la Esperanza. A
menudo, Nuestra Señora de la Esperanza, es automáticamente asociada
a Sevilla
y
a su Semana Santa. Sin embargo, algo que mucha gente desconoce, es
que su origen se sitúe en la provincia
de Jaén,
concretamente en la comarca de Sierra Mágina, a tenor de algunos
estudios y del hallazgo de un documento, de gran importancia sobre
este tema.
En
la toponimia del convento de Cazalla aparece una referencia a la
Virgen Macarena, en el año de 1749, coincidiendo con la época de
máximo esplendor de la Orden de los Basilios, como bien refleja el
Catastro del Marqués
de la Ensenada.
Esta acta que presentamos, que se refiere a una guía de transporte
de ganado, es el único documento encontrado en el archivo municipal,
hasta el momento, donde se confirma algo que avalan estudios
anteriores, como el publicado por Rafael
Ortega y Sagrista,
“El monasterio de Nuestra Señora de la Esperanza, en el barranco
de Cazalla, perteneciente a la orden de San Basilio Magno,” donde
se determina el origen de tal advocación mariana, la famosa Virgen
Esperanza Macarena de Sevilla, en estos lugares.
Lo
que si parece constatado plenamente es que el centro difusor de los
monjes basilios en Andalucía proviene de la comarca de Sierra
Mágina, en concreto Mata-Begid y el mencionado Convento de Cazalla,
como lo demuestra Vicente
Oya ,
o el libro de Hilario Arenas González "La Macarena de Sevilla".
Es aún todo ello una interesante línea de investigación en
ciernes.”
(Texto
extraído de Wikipedia)
El
Monasterio languideció, como tantos otros tras las desamortizaciones
del siglo XIX, sucumbiendo de forma definitiva en el Trienio Liberal
(1.820-1.823).
Tras
visitar este lugar y sobre el mismo llegamos al collado Cruz de las
Veredas, cruce de caminos, tomando la que sale hacia el norte. A los
pocos metros tomamos un precario carrilillo olivarero que sale a la
izquierda, hacia el oeste. Ascendemos en fuerte pendiente y tras
algunos zigzags del carril éste termina, siguiendo como vereda.
Nosotros en este punto lo abandonamos ascendiendo por precarias
veredas de ganado hacia el suroeste. Pero si decidimos seguirla al
final terminan en el mismo lugar, teniendo en cuenta que hay que
ascender al Morellón, la cima que tenemos a nuestra izquierda, al
oeste.
Como
he comentado seguimos por veredas de ganado entre un denso bosque y
matorral mediterráneo .A veces las veredas pasan por zonas donde la
vegetación es muy densa y buscamos la mejor manera de sortearla,
pero en general el ascenso transcurre de manera bastante cómoda. Nos
encontramos una valla , casi tirada en el suelo y que pasamos al otro
lado sin ningún problema.
Legamos
a la zona que los mapas denominan Morellón, que en realidad no es
una cima, sino la parte más nororiental de la linea cimera de la
cuerda del Morrón de los Quejigales.
Ahora
comenzamos el cresteo propiamente dicho, aunque la zona es muy
alomada y el ascenso a rasgos generales suave. Comenzamos a tener
cuando la densa vegetación nos lo permite unas vistas
espectaculares: Grajales, Alcandoras, Pandera, Ventisqueros, Mágina,
Carchelejo...
Ascendemos
al Morrón de los Quejigales y seguimos la cuerda hacia el Suroeste.
Llegamos a un cortafuegos y lo seguimos hasta que llegamos al Puerto
de los Caballos, donde conectamos con una pista. Hace un rato que
cambiamos el bosque mediterráneo por pinares de repoblación.
Tomamos la pista a la izquierda, al suroeste ,para llegar en breves
metros a las ruinas de una gran cortijada, la de la Alberquilla, en
el Barranco de los Prados, un lugar realmente bello.
Desde
el Cortijo de la Alberquilla seguimos unas rodadas de vehículos en
acusadísimo ascenso hacia el este para llegar a la cercana caseta de
vigilantes de incendios situada en la cima del cerro, en la zona que
los mapas denominan Llano de Millar Quesada. Las vistas desde aquí
son impresionantes, ahora ademas de la Sierra Sur y Mágina vemos una
buena parte de la geografía Granadina: Sierra Nevada, Arana, Tejeda,
Almijara, etc...
Seguimos
por la pista que llega hasta esta caseta. Pronto salimos a otra
pista. Seguimos a la derecha , hacia el sur , en busca de la cabecera
del Barranco del Monasterio ,entre un denso pinar y dando vistas a
nuestro siguiente objetivo, el cual tenemos al otro lado del
barranco: el Alto de Orozco, el cual es reconocible desde lejos por
las antenas de telefonía que coronan su cumbre.
Llegamos
al collado donde se forman los barrancos del Monasterio al noreste y
el de las Huerta al suroeste.
Al
vértice geodésico de Orozco (1.438 m) se puede llegar perfectamente
yendo por pista, pero nosotros desde el anterior collado seguimos
pegados a la valla hacia el este hasta que llegamos a una pista. Hay
varios cruces y nosotros seguimos por un carril en peor estado , en
ascenso hacia el este primero y noreste después, pasando cerca del
Puerto del Escribano.
El
carril se termina difuminando y perdiendo y nos salimos siguiendo
veredas de ganado hacia el noroeste para ir virando al noreste
siguiendo la cresta de la cuerda. Terminamos saliendo a la pista que
anteriormente habíamos dejado y ahora seguimos hasta llegar al
vértice geodésico de Orozco y las antenas de telefonía, para lo
que hay que desviarse unos metros de la pista por un carril.
Nuevamente podemos disfrutar de unas vistas de ensueño.
Regresamos
a la pista y tenemos que dirigirnos a nuestro último objetivo del
día, el castillo de Puerta Arenas ,para lo cual tenemos dos
opciones, o bien hacerlo por la pista o por el cortafuegos que sale
desde aquí al sureste. Optamos por la segunda opción, más corta y
con unas vistas impresionantes, ademas de ir viendo la Peñuela, el
bonito cerro donde se asienta el castillo.
El
cortafuegos termina en un ensanche de la pista donde sale otro carril
de menor entidad, el cual tomamos , pues asciende hasta el castillo.
El carril termina en una especie de rotonda, donde hay un vallado y
una puerta. Pasamos por la puerta y ahora es una senda la que nos
introduce en el interior del castillo, o más bien lo que queda de
él. Pueden distinguirse hasta tres recintos sucesivos que
corresponden a tres niveles distintos de la cima del cerro donde se
asientan. El nivel más alto está ocupado por dos aljibes que han
perdido su cerramiento. El segundo nivel presenta restos de torreones
de calicanto muy reparados de mampostería. En el tercer nivel se
aprecian torreones de mampostería y un cerramiento interior de
calicanto muy delgado y puro , bastante agujereado de mechinales, que
hace la función de tabique sobre una pared rocosa inaccesible desde
el exterior. Los materiales parecen indicar tres periodos
constructivos diferentes, ya que este castillo cambió de manos
musulmanas a cristianas en varias ocasiones.
Historia
del Castillo de Puerta Arenas según la web CastillosNet:
“Este
castillo de origen musulmán fue conquistado por los Reyes Católicos
en el año 1485, y se vio sometido a constantes pugnas por su
estratégica posición de frontera entre los reinos de Jaén y
Granada.
En el año 1508 la reina doña Juana ordenó mediante una Real Cédula la repoblación de Campillo. Sin embargo, la fundación no se materializó hasta el año 1539, bajo el reinado de Carlos I. Con la construcción de este enclave se pretendía crear un punto vertebrador en el camino real entre Despeñaperros y Granada.
Por los documentos conservados de la época se sabe que se nombró juez para el repartimiento de tierras a Juan de Rivadeneira, el 12 de marzo de 1539, quien estableció el primer padrón de vecinos, procediendo a la fundación oficial de la aldea, que desde ese instante quedó agregada al Cabildo de Jaén. Esta dependencia se mantuvo hasta el año 1559, en que Felipe II le concedió el privilegio de villazgo, tras haber abonado la población a las arcas reales y para gastos de guerra la suma de 350.000 maravedíes.
Al igual que el resto de los núcleos repoblados en la provincia durante el Renacimiento (Los Villares, Mancha Real o Valdepeñas) su trazado era similar al de un campamento romano. Un gran eje central marcaba la orientación norte-sur, flanqueado por una retícula de calles rectilíneas que al cortarse formaban ángulos rectos en los que se ordenaba la disposición del resto de las viviendas. El conjunto está presidido por una amplia plaza donde se disponen los edificios más representativos, la iglesia y el Ayuntamiento.
La población se desarrolló al amparo de su privilegiada situación como lugar de paso en el camino entre Jaén y Granada. Sus posadas y ventas eran famosas ya que los viajeros se veían obligados a pernoctar en ellas, entre ellos los románticos europeos: Teófilo Gautier, Alejandro Dumas, el Barón Charles Daviller y el grabador Gustavo Doré, Richard Ford y un largo etcétera. “
Otra
curiosidad de este castillo es que en su interior hay una especie de
altar donde se celebra ,como reza una inscripción, desde tiempo
inmemorial la santa misa el día de la ascensión del Señor en
cumplimiento de la promesa hecha por Campillo de Arenas para que sus
campos sean librados de plagas.
Regresamos
a la pista y seguimos por ella a la derecha, hacia el noreste,
llegando en pocos metros al área recreativa de la Peñuela. Seguimos
por la pista unos metros hasta que en una cerrada curva donde ésta
pasa por debajo de la Peñuela ,hacia el sur ,camino de Campillo de
Arenas, nos salimos de la misma para tomar hacia el noreste un carril
olivarero.
Descendemos
entre olivos hasta el barranco del Junquillo y por el carril que
acompaña a dicho arroyo salimos al carril del arroyo del Monasterio,
donde pasamos por la mañana.
Solo
queda desandar este corto tramo común para llegar a las Casas de
Cazalla.
Las fotografías son IMPRESIONANTES, tanto que en algunas me he despistado, y me ha costado identificar los relieves. La SIERRA SUR, un tesoro por descubrir. Por ejemplo, sólo hay una tésis de Geología del año 72 ( muy buena..), pero por lo demás... por descubrir.
ResponderEliminarEl régimen es consciente de que los Espacios Naturales Protegidos no dan votos.
ResponderEliminarY tampoco quieren gestionar mas, ni calentarse la cabeza.
Gracias Pablo.
EliminarSin duda la Sierra Sur es un tesoro por descubrir y no se entiende el por qué de no estar protegida. Llevas toda la razón en lo del régimen, les interesa más el dinero que por ejemplo pueden aportar actividades como la caza, sin las trabas de un espacio protegido y por su puesto no da votos.
Hay aún mucho "garrulismo" con el tema de los espacios protegidos. Creo que cuando se gestionan bien hay lugar para todos y para muy diversas actividades, siempre que sean sostenibles ,ademas de ser un potencial revulsivo económico para la comarca con el turismo y con la venta de los productos de gran calidad que se producen en la zona con la marca "Parque Natural" ,como miel, aceite, queso, carnes y embutidos...
La convivencia no será fácil, sin tragar…….. cepos, lazos, venenos, cercas cinegéticas, chulería de la guardería, proyectiles de plomo, perros comehombres, eliminación de los depredadores competidores, repoblaciones tipo Hollywood…
EliminarDifícil