domingo, 5 de febrero de 2017

POR VIEJOS SENDEROS DE LA SIERRA DEL POZO (CASA DEL MOLINILLO, CALAR DE JUANA, GUALAY, PUERTO PINILLO, GUAZALAMANCO) 04-02-2017


Así podría bautizarse perfectamente ésta ruta, como la de los viejos senderos de la Sierra del Pozo. Aunque claro está, ni están todos los que son, ni son todos los que están, porque éste rincón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas denominado Sierra del Pozo está surcado por una nutrida red de éstas pretéritas vías de comunicación. Caminos de herradura que comunicaban las numerosas casas forestales que salpicaban éstas montañas y que de forma magistral buscaban pasos entre tan agrestes relieves y que llegaban hasta los más recónditos parajes. Por desgracia y no es la primera vez ,(ni será la última), que denunciamos a través de nuestras rutas la penosa situación en que se encuentran la mayor parte de éstos senderos, algunos, auténticas obras de arte, obras maestras de ingeniería, tesoros etnográficos, recuerdos de un pasado no muy lejano, cuando éstas ahora solitarias montañas estaban repletas de gente que vivían de ellas. Y el cabreo es aún mayor cuando vemos cada vez que visitamos éste Parque Natural, que todas la carreteras y pistas forestales que recorren su geografía y alrededores, están sembradas de carteles anunciando el macro-sendero GR-247 Bosques del Sur, sendero éste, que utiliza en su mayor parte pistas forestales y carriles, cuyo mantenimiento me imagino correrá a cargo de Medio Ambiente para las tareas forestales del Parque. Tampoco es la primera vez que decimos, que creemos, se perdió una oportunidad histórica de crear un Gran Sendero que de verdad recorriera senderos y viejos caminos de herradura en su mayor parte, recuperandolos del olvido y la ruina.

Pero no solo magníficos senderos son el atractivo de ésta ruta, también las grandes panorámicas son una constante en la misma, aunque no pudimos disfrutar todo lo que quisiéramos de ellas pues la visibilidad fue pobre ese día. Se recorren bellísimos parajes de ésta sorprendente Sierra del Pozo, profundos barrancos por donde corren cristalinos arroyos , viejos bosques de pinos laricios, calares con sus típicas formaciones kársticas de simas y dolinas e incluso visitamos un posiblemente milenario y espectacular tejo, árbol raro, en franca regresión y presente solo de forma relicta en escondidos y húmedos barrancos.

La ruta la he calificado de difícil, atendiendo principalmente a la distancia, unos 30 kilómetros y al desnivel positivo acumulado, más de 1.400 metros. Por tanto es un recorrido de gran exigencia física, aunque bastante cómodo, pues todo el mismo se desarrolla por caminos de herradura y en algunos tramos por pistas y carriles. Tan solo el tramo de sendero comprendido entre los kilómetros 23 y 24,6 se encuentra en muy mal estado, enmatojado, con muchas piedras en el piso y erosionado en algunas partes. Algo a tener en cuenta también en ésta ruta, es que ascendemos a cotas de altitud superiores a los 1.800 metros y transitamos por lugares muy alejados de lugares habitados y solitarios, por lo que tenemos que ser prudentes y estar muy atentos a la meteorología.

La ruta comienza un poco antes de llegar a la Casa del Molinillo o Casa Forestal del Picón del Molinillo, donde hay una bifurcación de pistas y han habilitado una explanada para estacionar vehículos. Encontramos aquí el panel de inicio del sendero señalizado del Arrroyo Guazalamanco. Para llegar allí hay que tomar la pista forestal que sale de la A-326 en el kilómetro 8 hacia el NO, entre el camping de la Bolera y la presa del embalse de la Bolera, pista ésta que se encuentra en buenas condiciones para circular con un turismo (teniendo cuidado con algunos baches) y que tenemos que recorrer durante unos 6 kilómetros.

Comenzamos a caminar por la pista, coincidiendo con las marcas de el GR-247 hacia el Norte, para llegar en un kilómetro, tras pasar por una preciosa cerrada que esculpe el arroyo Guazalamanco, a la Casa Forestal del Molinillo. Tras pasar la Casa Forestal , en breves metros, abandonamos el GR-247, para tomar un camino a la izquierda, hacia el NO, que se torna en sendero de herradura sobre la cola del embalse de la Bolera , la Cerrá de la Herradura y bajo el Cerro del Enjambre . Se nos abren preciosas vistas del valle del Guadalentín.

Pronto llegamos a una bifurcación de senderos, seguimos de frente, por el de la derecha. Éste sendero en un principio está poco definido en algunos puntos, pero no hay perdida, continuos hitos de piedras nos ayudarán. Vamos tomando dirección Norte sobre el barranco del Guadalentín ganando altura poco a poco. El sendero comienza a virar hacia el Oeste y a descender hacia el Arroyo Frío. Lo vadeamos y tomamos un carril hacia el Oeste, pasamos junto a los restos de un cortijo (¿Casa Forestal de la Cebailla?) y unos bancales y en pocos metros llegamos a un cruce. Tomamos a la derecha hacia el NE para en pocos metros salirnos hacia el Norte por un sendero, el inicio del mismo está señalizado con un hito de piedras.

Éste sendero será el que nos llevará sin perdida, después de unos 7 kilómetros hasta el Pino de los 4 brazos (lugar desde donde se suele iniciar campo a través el ascenso al Calar de Juana). El sendero gana altura de forma muy cómoda en incontables zigzags ,siguiendo una dirección general NO. Pasamos por el collado y la antigua casa forestal de los Aserradores, precioso paraje sensiblemente llano donde prados se alternan con pinares.
Vamos tomando dirección Norte y el sendero cada vez se torna más bonito con grandes muros de mampostería, pasando entre el Calar de Juana y el Caballo de las Águilas, las panorámicas son cada vez más amplias y espectaculares. El sendero va virando hacia el Oeste para en breve llegar al peculiar pino de los 4 brazos, a partir de aquí el sendero comienza a descender hacia el arroyo Gualay.

Tras descender durante algo más de 1,5 kilómetros por un magnífico tramo zigzagueante de camino de herradura, llegamos al collado del Poyo de Juan Domingo, hasta donde llega un carril, que construyeron literalmente sobre el viejo sendero. Seguimos por el carril hacia el Suroeste y que en algo más de 3 kilómetros nos lleva al puente sobre el Arroyo de los Tornillos de Gualay, pasando antes por un precioso paraje donde cae una pequeña cascada sobre un abrigo rocoso y unos metros más adelante un manantial con un tornajo de madera.

Justo unos metros antes del bonito puente sobre el Gualay hay una explanada donde buscamos el sendero que arranca desde aquí hacia el Sur y que en un principio va cerca del arroyo, aguas arriba por la orilla natural derecha (izquierda en el sentido de nuestra marcha). Este precioso sendero nos lleva en poco más de 2 kilómetros hacia el sureste hasta Puerto Pinillo, en un increíble paraje entre el Cerro de la Tableta y los escarpes rocosos más meridionales del Calar de Juana. Los últimos metros de este sendero buscan de manera magistral el paso entre grandes cortados de roca, zigzagueando y ganando sitio al vacío con muros de mampostería.

Descendemos desde Puerto Pinillo por éste magnífico sendero hacia el Sureste, para en poco metros llegar a la caseta en ruinas homónima y que justo encima de su puerta tiene el escudo de los forestales esculpido en piedra. Seguimos descendiendo en la misma dirección, dejando a nuestra izquierda la Nava de la Peguera. Ahora hacia el Sur el sendero tiene unos tramos literalmente levantados piedra a piedra sobre pequeñas dolinas y pasando por preciosos parajes salpicados de bosquetes de arces, que en el otoño dotan al lugar de una belleza extraordinaria.

Llegamos a una bifurcación en la zona de la Hoya del Bailaor y tomamos el sendero de la izquierda, que sigue al Sur, descendiendo en busca de barranco de Arroyo Frío. Al llegar al cauce del mismo, unos metros aguas arriba hay una bonita cerrada (de los Caracoles), con saltos de agua y en su margen natural izquierda se encuentra el imponente tejo al que he hecho referencia antes. Sin duda se trata éste de un lugar de gran belleza.
Seguimos por el mismo sendero que traíamos ascendiendo un poco, bordeando el Caballo de la Cañá las Varas, por la Lancha del Estepar, siguiendo una dirección general SE. Salimos a una pista que seguimos por breves metros a la izquierda (NE), para salirnos de nuevo por sendero (el sendero en mal estado al que hice referencia anteriormente), a la izquierda, (NE, Este después). Un hito nos indicara el lugar. Estamos bordeando el cerro de la Hiedra bajo los bonitos cortados de su cara NO.

De nuevo salimos a una pista forestal, y ahora la tomamos a la derecha, hacia el Sur, Sureste. Tras un breve ascenso llegamos al collado de los Arredraderos, donde hay una bifurcación de pistas. Seguimos de frente, por la pista de la izquierda, descendiendo acusadamente hacia el Sur en busca del cauce del arroyo Guazalamanco, describiendo las numerosas curvas de la misma. Cruzamos el Guazalamanco por el vado sin puente por el que pasa la pista, algo que en épocas de crecidas puede ser un serio impedimento. Salimos a la pista que acompaña al arroyo Guazalamanco y la seguimos a la derecha, para visitar tras recorrer aproximadamente medio kilómetro la preciosa cascada del Guazalamanco. En éste lugar acaba la pista que remonta el arroyo.

Desandamos éste medio kilómetro hasta el lugar donde vadeamos el arroyo y seguimos la pista del Guazalamanco hacia el Este, para en algo más de un kilómetro llegar al lugar donde estacionamos el vehículo, deteniendonos un poco antes en el mirador del Guazalamanco, desde donde podemos obtener unas bonitas vistas de parte de éste arroyo, del barranco del Guadalentín, la Casa Forestal del Molinillo, el embalse de la Bolera...















Comenzamos a caminar por la pista que nos lleva a la Casa del Molinillo...

...y los primeros regalos para nuestras retinas no pueden ser más bonitos.

Cerrada del arroyo Guazalamanco.


Casa del Molinillo.

Pronto empezamos a caminar por viejos caminos de herradura.

Claro está, ya fuera del GR-247.

Barranco del Guadalentín.

Vadeamos Arroyo Frío.


Ruinas de la que podría ser la Casa Forestal de la Cebailla.

Emprendemos un cómodo ascenso...

...por otro precioso camino de herradura.


Sendero éste, que nos lleva sin perdida ninguna...

...al collado de los Aserradores...

...y a la Casa Forestal de los Aserradores.

Miguel con el collado de los Aserradores a su espalda.

Ruinas de la Casa Forestal de los Aserradores.


El Cerro de la Hiedra al fondo.


Barranco del Guadalentín y el Tranco del Lobo.


Embalse de la Bolera y el cerro Jabalcón de fondo.

Tranco del Lobo, Lancha del Almicerán y la Sierra de Cebas de fondo.


Bonita cañada...

...entre el Calar de Juana y el Caballo de las Águilas.

Viejos pinos laricios.

Dejando a nuestras espaldas la Nava de Don Antonio.

Llegamos al que posiblemente sea el tramo más impresionante de cuantos senderos recorremos en ésta ruta.

Tramo zigzagueante y reforzado continuamente con hormas de mampostería.

Una joya que no debería perderse.



Juan Antonio y Miguel impresionados de recorrer ésta maravilla en un paraje tan recóndito.



Llegamos al Pino de los 4 Brazos.


Y ahora comenzamos a descender por otro tramo de sendero de inigualable belleza.



Barranco del Gualay.

Ladera Noroccidental del Calar de Juana.

Picón de los Halcones y Vado de los Perrillos.

Juan Antonio y la Sierra de Cazorla de fondo.



Caminamos sobre la zona donde se encuentra la Cerrá del Pintor.


Cerrá del Pintor y Picón de los Halcones.

Singular paraje...

...donde cae una pequeña cascada...

...sobre un abrigo pétreo.

Manantial unos metros bajo la pista.


Explanada donde la sale el sendero de Puerto Pinillo. Pero antes nos desviamos a ver el puente del Gualay y la Casa Forestal homónima.


Arroyo Gualay.

Unas simples piedras ocultas bajo los jóvenes brotes de pinos es todo lo que queda de la Casa Forestal de Gualay.

Puente de Gualay.

Ya por el sendero de Puerto Pinillo que al principio remonta unos metros el Gualay.

De vez en cuando vemos hormas de mampostería que denotan la importancia de éste camino.



Cables de comunicación entre las distintas casas forestales. No hay duda, nos encontramos en un importante camino de herradura.


A punto de llegar a Puerto Pinillo, donde el sendero busca de forma magistral el paso entre tan agrestes formaciones líticas.

El Cerro de la Tableta oculto por las nubes.


En Puerto Pinillo...

...punto más elevado de la ruta, a más de 1.800 metros de altitud.

Ruinosa caseta de Puerto Pinillo.

La caseta presenta el escudo del cuerpo de los Agentes Forestales.


Bonitos parajes, salpicados de arces.





Bifurcación de senderos en el paraje de la Hoya del Bailaor.

Tranco del Lobo y barranco del Guadalentín.

Cerrá de los Caracoles...

...atravesada por el arroyo Frío.

Magnífico ejemplar de tejo...

...en la orilla de arroyo Frío en el paraje de los Caracoles.




A la izquierda el Caballo de la Cañá de las Varas.


Sierra de Cebas y los Almiceranes.


Collado y Casa Forestal de los Aserradores.

La Hoya de Baza.

El alto Guadalentín, Caballo de Acero, la Sierra de la Cabrilla y el Tranco del Lobo.

La Sierra de Cebas , compartida por jaén y Granada, y que hace de límite entre los Parques Naturales de Castril y Cazorla , Segura y las Villas.


Tomamos el sendero que se encuentra en peor estado de todo el recorrido.


Cerro de la Hiedra.



Al fondo el Cerro del Buitre, en Castril.

Los picos Tornajuelos y Tejos , en la Sierra de Cebas.

Collado de los Arredraderos con el Picón de Hernández  de fondo.


Arroyo Guazalamanco.

Vado sin puente para atravesar el arroyo Guazalamanco.

Cascada del Guazalamanco.


Precioso paraje sin duda.

Carril que acompaña al curso del Guazalamanco y por donde regresamos al lugar donde estacionamos el vehículo.

Pero antes nos detenemos un momento en el Mirador del Guazalamanco...

...desde donde vemos parte de éste arroyo encajonado en un bonito cañón, el Picón del Molinillo...

...la Lancha del Almicerán, la Casa del Molinillo...

...y las colas del Embalse de la Bolera.








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