martes, 30 de septiembre de 2014

BCO. DE LA NIEBLA, COLLADO DE LA AVIACIÓN, ENSANCHA, BCO. DE VALDEAZORES (DESPEÑAPERROS) 28-09-2014




Preciosa ruta por el pequeño Parque Natural de Despeñaperros, ideal para realizarla en una mañana, debido a su moderado kilometraje, aunque tiene también su toque de exigencia, como es ascenso al Collado de la Aviación por el barranco de la Niebla. Ascendemos también al vértice geodésico de Ensancha, ya fuera del parque y en la provincia de Ciudad Real.

Comenzamos ésta ruta en los Jardines de Despeñaperros, junto al restaurante emplazado en éste lugar, en la antigua autovía N-IV, ramal Madrid – Bailén, de doble sentido en estos momentos, bonito lugar con impresionantes vistas del desfiladero ahora que goza de mucha más tranquilidad. Desde el restaurante seguimos hacia el Este tomando un camino que desciende hasta la vieja autovía en su ramal Bailén – Madrid y que se encuentra cerrado al tráfico. Caminamos por la vieja autovía durante casi 2 km hacia el Sur, disfrutando del hecho de encontrarnos en el fondo de éste impresionante desfiladero; un autentico privilegio el poder contemplar ésta maravilla por la que tantas veces pasamos en el pasado a bordo de un vehículo sin poder hacerlo con detenimiento. Pasamos un largo túnel donde es recomendable llevar un frontal o linterna y al salir del mismo abandonamos el asfalto , para lo que nos dirigimos junto a las vías del tren donde un camino nos lleva de nuevo al otro ramal de la vieja autovía junto a la fuente del barranco de la Niebla. Antes pasamos junto a una placa conmemorativa a la figura de Cecilio Muñoz Fillol, gran estudioso y amante de éste enclave. Es recomendable para conocer más a fondo la historia y las entrañas de éste rincón serrano la obra de Cecilio, “Despeñaperros. Alma, nervio, canción, entraña y ritmo. Cardiognosis de huellas y ruinas”.
Desde detrás de la fuente arranca un sendero hacia el NO y que nos introduce en el barranco de la niebla entre un espeso bosque mediterráneo, sobretodo alcornoques y quejigos. Este sendero va continuamente cerca del arroyo en ascenso, cruzando su lecho en varias ocasiones. Pero se pierde o nosotros lo perdimos, el caso es que siguiendo veredillas junto al lecho lo fuimos remontando hasta que a nuestra derecha vemos una larga pedrera. Es el momento de abandonar el arroyo y comenzar un fuerte ascenso por esa incómoda pedrera, ya que a los lados de la misma la vegetación es muy espesa y sería inviable.
La pedrera termina en unos resaltes rocosos, donde los vamos bordeando por la derecha, hacia el Este primero y al Norte después hasta que damos con el sendero que lleva al mirador del Cerro de los Órganos. Éste mirador es una impresionante atalaya sobre el desfiladero, con el monumento natural de los Órganos junto enfrente. Muy cerca y a la vista desde el mirador se encuentra la cueva de Valdeazores, donde hay unas pinturas rupestres.
Ahora seguimos el sendero señalizado “Barranco de Valdeazores”, pasamos por el refugio del Collado de la Aviación y en unos 2,5 km hacia el Oeste por pista forestal llegamos a un cruce de pistas.
Seguimos la pista que asciende hacia el NE, abandonando el sendero señalizado. Durante poco más de 1 km, llegamos al Puerto del Muladar o Muradal. En éste punto tomamos un carril que sale a la derecha hacia el Este y que llega a una puerta cerrada. Ya no estamos en Jaén ni en el Parque Natural de Despeñaperros, si no en Ciudad Real y en la puerta de una finca privada; pero si queremos coronar el vértice de la Ensancha no queda más remedio que saltar o como hicimos pasar bajo la puerta. En dirección NE se encuentra el vértice, hay numerosos caminos e hicimos una pequeña circular . Las panorámicas aunque estropeadas por la llovizna son grandiosas desde éste punto, Magaña en Jaén , un buen trozo de la Mancha y los montes de Ciudad Real se encuentran a la vista.

Regresamos al cruce de pistas donde abandonamos el sendero señalizado y campo a través hacia el Este descendemos en busca del arroyo Valdeazores, donde enseguida por el margen izquierdo del mismo nos topamos con el sendero. Éste sendero nos desciende hasta los Jardines de Despeñaperros, aunque hay trozos que están un poco desdibujados no hay perdida posible. Éste descenso es una delicia, inmersos en un precioso bosque de galería , dando continuas vistas al esplendido bosque de arces, castaños, melojos y quejigos de la ladera Norte del barranco, donde los colores otoñales comienzan. a mostrar sus galas. Llegamos al paraje de los Castaños, donde se encuentra la fuente homónima o de la Media Almendra, donde hay varios ejemplares de éstos árboles de considerables dimensiones. A partir de ahora el sendero coincide con una canalización de agua que tiene diversos pasos aéreos en forma de acueductos, donde hay que tener cuidado de no caer, aunque hay un sendero más abajo para no pasar por los mismos. Antes de llegar a los Jardines pasamos junto a una pequeña presa.



Análisis ibpindex





El restaurante de los Jardines de Despeñaperros, lugar donde comienza y termina la ruta.

Caminando por la vieja autovía y disfrutando del paisaje.

Nada más salir del túnel subimos a las vías del tren para tomar el camino....

...que lleva hasta el otro ramal de la autovía , pasando junto a la placa conmemorativa a la persona de Cecilio Muñoz Fillol.

Fuente de la Niebla, junto a la vieja autovía y donde comienza el sendero que remonta su barranco.

Barranco de la Niebla.

Pedrera que remontamos para llegar al Collado de la Aviación.

Vistas desde el mal llamado Cerro de los Órganos.

Mirador del Cerro de los Órganos.

Miguel y la infatigable Curra en el mirador.

Cueva de Valdeazores.

Refugio del Collado de la Aviación.

Miguel y Curra en el vértice de Ensancha.

Vistas desde Ensancha.

Descendiendo por el increíble barranco de Valdeazores.


Uno de los majestuosos castaños.



Uno de los diversos acueductos por los que hay que pasar.



El otoño comienza a mostrar sus galas.

Fin de ruta, el Mirador de los Jardines de Despeñaperros.









NAVAZALTO, PUNTAL DE LA CUNA, CINTOS DEL BIGARRRAL, EL PONESTILLO (SIERRA DE LAS VILLAS) 27-09-2014




Fantástica ruta la que nos ha preparado nuestro compañero Miguel Armenteros, breve en kilometraje , ideal para realizarse en una mañana si se madruga, pero un muy completo compendio de lo que es la Sierra de la Villas. Se dan la mano en perfecta simbiosis los paisajes antropizados de las zonas más llanas, las navas y navillas donde se asientan viejos cortijos y otros restaurados, sobretodo por extranjeros atraídos por la paz y la belleza de éstas sierras, con los parajes más agrestes y salvajes de los profundos barrancos y grandes cascadas, altos cortados y volaeros y densos bosques, unos autóctonos y otros de repoblación. Entre estos dos mundos en armonía hay una amplia red de viejos senderos (muchos perdidos o a punto de desaparecer) y escaleras , (como en ésta sierra se llama a los tramos de senderos muy empinados , en roca y que atraviesan trancos y volaeros), por donde los serranos se desplazaban por la bastedad de éstos parajes.
La ruta es muy completa no solo por la variedad de paisajes y vistas de la que disfrutamos, si no también por el tipo de terreno que pisamos, tanto pista forestal, como senderos, campo a través por lapiaz y asfalto. Por lo que a pesar de su brevedad tiene su puntito de exigencia y estar acostumbrado a caminar por los quebrados lapiaces.

Estacionamos el vehículo justo donde se sitúa el panel informativo del sendero señalizado “Carril de Navazalto”, muy cerca de la Fresnedilla, entre los kilómetros 22 y 23 de la carretera transversal de la Sierra de las Villas . Seguimos el sendero señalizado de forma integra, para en unos 2,5 km hacia el Oeste llegar a la caseta de fogoneros de Navazalto, una formidable atalaya con unas vistas espectaculares de la Loma y la campiña y de gran parte de la Sierra de las Villas, con el embalse del Aguascebas y el barranco de la Osera practicamente a nuestros pies. Los cortados, la verticalidad de cuanto nos rodea es sobrecogedor ; son muchas las veces que he subido aquí, pues se trata de un corto y cómodo paseo, y nunca me cansaré de contemplar tan esplendidas panorámicas.
Campo a través hacia el NE ascendemos al cercano Puntal de la Cuna (1.355 m), donde nuevamente disfrutamos de excelsas vistas. Descendemos hacia el Norte, en busca de un pequeño collado por donde pasa una vereilla que se introduce en los Cintos del Bigarral. Antes de seguir esa vereda nos asomamos al espolón que tenemos cerca para contemplar nuestro próximo periplo por los cintos y el anfiteatro pétreo que forman los cortados del macizo de Navazalto en la cabecera del arroyo del Toril, en cuyo centro se sitúa el viejo cortijo del Bigarral.
Tomamos dicha vereda hacia el NE, es fácil de seguir aunque a veces se confunde con otras de ganado, pero la perdida no es posible, pues se trata de una estrecha franja de tierra, que antaño se utilizaba para el cultivo (aún se ven viejos bancales) entre formidables cortados rocosos. Esta andadura es un continuo subir y bajar, de forma bastante cómoda y con algún tramo aéreo. Casi sin darnos cuenta llegamos al Collado de los Blanquizares (1.255 m), entre Poyo Angosto (1.282 m) y el Puntal del Filo (1.346 m). Aquí se nos abren nuevas y maravillosas vistas de las Cebadillas, el valle del Aguascebas Grande, el Poyo de la Moneda y de nuestro próximo objetivo, la pequeña cuerda del Ponestillo y del Puntal del Lazarillo.
Seguimos hacia el Este por un bello sendero que atraviesa el Tranquillo de Navazalto de forma increíble ,labrado en la roca formando una especie de escalones. Éste sendero nos lleva hasta las casas de la Nava del Vilano, pero un poco antes de llegar a las mismas ,descendemos hacia el vallado que protege árboles frutales y tierras de labor y lo bordeamos por la izquierda por una vereilla que termina en un sendero de mayor entidad.
Seguimos el sendero hacia el Este , obviando un sendero que sale a nuestra izquierda y que desciende hacia la Cebadilla Alta, y que termina en una nava rodeada de viejos bancales y donde se encuentra la fuente de la Puerca, con un feo abrevadero de múltiples bañeras. Todavía se aprecian dispersos los viejos tornajos de madera; una pena que se pierdan estos pequeños tesoros etnográficos , que de forma tan armoniosa daban vida a las fuentes de la Sierra.
Ahora campo a través remontamos hacia el NE los viejos bancales de cultivo y ascendemos ya de forma más acusada la zona de lapiaz para coronar el puntal más septentrional de la cuerda del Ponestillo y la menos elevada de las cuatro por las que pasaremos (1.444 m). De nuevo disfrutamos de panorámicas de ensueño, ahora sobretodo de la cabecera del Aguascebas Grande coronada por las más altas cumbres de ésta Sierra de las Villas y también de la Nava del Vilano y la cara Este del Macizo de Navazalto.
Cresteamos por lapiaz, no excesivamente incómodo, pero donde hay que andar con cuidado ,hacia el Sur, subiendo y bajando los otros tres puntales de ésta cuerda y teniendo continuamente bellas vistas. El último de ellos, el más meridional y elevado es el que recibe el nombre de Ponestillo (1.466 m). Desde aquí descendemos hacia la carretera transversal de la Sierra de las Villas, cerca del Collado del Pocico.

Solo resta seguir por el asfalto de la carretera durante unos 2,5 km hacia el SO hasta el lugar donde estacionamos el vehículo atravesando la Nava del Rico.



Análisis ibpindex