domingo, 31 de julio de 2016

CIRCULAR MACIZO DE LOS VÍLCHETES -BARRANCO DE LA OSERA (SIERRA DE LAS VILLAS) 30-07-2016


De nuevo recorremos una parte de ésta sorprendente Sierra de las Cuatros Villas, incluida en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. En ésta ocasión nos hemos propuesto recorrer parcialmente dos sendas “gemelas” que utilizaban antiguamente los serranos para entrar y salir de la sierra. Éstas junto con a otra tercera senda “gemela” , la de la Cuesta de Navazalto, comunicaban Mogón con las partes más intrincadas de éstas montañas.
La ida (se trata de un recorrido circular) la realizamos por una vía pecuaria que recorre el macizo de los Vílchetes y que desde Mogón lleva hasta Cotoríos pasando por dicho macizo, el Tranco del Acebo, los Palancares, Pardal y Peña Corvá. Era llamado el “Camino de la Cumbre”.
El regreso lo realizamos por la que era conocida como “Vereda del Aguardientero”, hoy ocupada en parte por la pista forestal que se adentra en el Barranco de la Osera y por el sendero balizado y señalizado de la Osera. Llevaba desde Mogón hasta el actual Embalse de Aguascebas, el antiguo Guarondo. Ésta senda mucho más agreste ,empinada y accidentada solo se utilizaba a pie, no podían pasar las bestias ni el ganado por ella.
La tercera senda “gemela” de la que hablo, también fue muy utilizada y comunicaba Mogón con la zona de la Fresnedilla, Nava del Rico y Majá la Carrasca por el macizo de Navazalto y era conocida como el “Camino de la Cuesta de Navazalto”.
La ruta apenas ofrece dificultades, salvo la de un pequeño tramo en la que cresteamos campo a través por un lapiaz bastante “cómodo” desde el Filón de la Trocha hasta el vértice geodésico de los Vílchetes y el posterior descenso desde éste hasta la vía pecuaria. Otra complicación para los menos avezados es el ascenso por el barranco de la Osera hasta el paso del Aguardientero, muy empinado y con la senda un poco rota en ocasiones por las torrenteras. En éste punto hay que tener especial cuidado en invierno, pues al encontrarse en umbría y ser una zona muy húmeda se pueden formar placas de hielo.
Los alicientes de la ruta son muchos, sobretodo las magníficas panorámicas que se obtienen de forma casi constante. También lo es como no, el recorrer uno de los parajes más bellos y espectaculares de éste Parque Natural y por ende de la Península. Se trata del Barranco de la Osera, espectacular anfiteatro pétreo formado por los macizos de Navazalto y los Vílchetes y entre los cuales se despeña el río Aguascebas Chico en la cascada de la Osera, al parecer la de más caída de Andalucía. Todo ello rodeado de altos farallones verticales y un dosel vegetal paradisíaco.

Estacionamos el vehículo en el viejo cortijo de la Canaleja o de la Tía Eufemia, un poco antes de llegar al Embalse del Aguascebas (si vamos dirección al Charco del Aceite desde Mogón), aproximadamente en el kilómetro 18,6 de la conocida como “Carretera Transversal de la Sierra de las Villas”.

Desde el cortijo y sin necesidad de caminar por la carretera, pero paralelos a ésta, hacia el Suroeste nos dirigimos al cercano collado de Caracho. Por éste collado pasa la vía pecuaria (“Camino de la Cumbre”), la cual tomamos a la derecha , hacia el Oeste. La senda no tiene perdida y aunque ya no se da la trashumancia en ésta zona, se ve muy pisada por ganado. Ascendemos de forma cómoda por la Lancha del Montón y pronto llegamos a una nava que era conocida como Cruz de Colín. Más arriba y antes de llegar al collado donde la senda vuelca al arroyo de la Escalera llegamos a otra nava, que era conocida como la Pará del Vaco. Un poco después y sin llegar al collado a nuestra izquierda quedan unos pequeñísimos abrigos conocidos como las Cuevecillas.
Nos salimos de la senda hacia el norte por un desecho lapiaz (el lijaero), para asomarnos a unos cercanos balcones sobre la Osera, más concretamente sobre el Tranco del Polvorista. En el mapa de IGN, a ésta zona la llaman el Collado de los Balcones, aunque realmente son los balcones de Piedra Nativa, cerro que queda al sur de donde nos encontramos ahora mismo y que es la máxima altitud de los Vílchetes, con 1.289 metros (Alto del Roble de los Balazos según el IGN).

Regresamos a la senda y descendemos al cercano cortijo de la Escalera tras pasar por el collado. Remontamos la cañada del arroyo de la Escalera (de los Vílchetes en los mapas), pasando por su caudalosa fuente, que no se seca nunca y por el huerto, donde se encontraba trabajando Juan, el octogenario dueño del cortijo y con el que charlamos un rato.
Seguimos remontando la cañada hasta que llegamos a una charca que parece el venero el arroyo y desde allí ascendemos hacia el Oeste hasta el cercano collado que separa el Filón de la Trocha de la Lancha de la Nava, en busca de una ventana el la roca que nos indicó Juan y que desde abajo no se ve al estar oculta por unos pinos.
La ventana es pequeña pero coqueta y siempre es interesante acercarse a visitar éstas rocas horadadas. Ya que estábamos aquí, ascendimos al punto más elevado del Filón de la Trocha (1.265 m), algo que se realiza de forma bastante cómoda.
Cresteamos hacia el Norte hasta llegar al punto más elevado de la Lancha de la Nava, el vértice geodésico de los Vílchetes (1.271 m), desde donde se obtienen unas magníficas vistas.

Hacia el Este descendemos sorteando las numerosas sabinas que pueblan ésta cara de la lancha para llegar al arroyo de la Escalera, justo en el punto donde éste se precipita en forma de cascada y se encañona. Al parecer a toda ésta zona se la conoce como la Escalera porque precisamente este arroyo va descendiendo formando escalones.
Bajo el cortijo de la Escalera retomamos la senda, pasando antes por una pequeña fuente. Hacia el Norte primero y Oeste después la senda desciende a la cortijada de los Vílchetes.
Pasamos junto a dicha cortijada y caminamos unos metros por el carril que llega a la misma, para después salinos a la derecha, hacia el Oeste, siguiendo la senda que estamos recorriendo. En un principio cuesta un poco verla ,pero más tarde se encuentra bien definida. La senda llega en pocos metros a la carretera transversal de la Sierra de las Villas justo en el mirador de los Frailezuelos, pasando antes por una amplia nava, llamada “Prao Nevao”.

Caminamos ahora por la carretera unos 600 metros hacia el Norte. Pasamos por el “Mirador de la Osera”, (desde donde se obtiene una magnífica panorámica del increíble anfiteatro de la Osera) y en una cerrada curva de la carretera nos salimos por el carril hacia el Norte. En poco metros éste carril sale a otro de mayor porte y que tomamos a la derecha. Llegamos a unas encinas donde a la derecha se desprende un camino olivarero, el cual tomamos.
Éste camino desciende de forma decidida y acusada en busca del Aguascebas Chico, dibujando para ello innumerables zigzags. Hay numerosos cruces y bifurcaciones para llegar a los diversos olivares que hay por ésta ladera. Nosotros seguimos siempre en descenso, buscando primero el barranco que forma el arroyo de los Vílchetes y luego tras vadearlo, junto a éste el camino va buscando al Aguascebas Chico, pasando bajo el Tranco del Polvorista.
El camino sale a la pista que acompaña el curso del Aguascebas Chico justo en el cortijo de Pino Bueno. Pero para nuestra sorpresa una puerta y un vallado impiden que salgamos a la pista. Nosotros hasta ahora no hemos saltado valla alguna, ni ninguna puerta, así que no entendemos como hemos podido entrar en una finca privada. El caso es que la valla unos metros a la izquierda de la puerta está totalmente rota y por allí salimos sin mayores problemas.

Ahora caminamos por la pista hacia el el Este remontando el curso del Aguascebas Chico, inmersos en el fantástico anfiteatro rocoso. Llegamos a las balizas de sendero de la Osera y solo resta para concluir el recorrido seguirlas hasta cerca del cortijo de la Canaleja, donde estacionamos el vehículo y donde se sitúa el panel informativo que da inicio a éste sendero, pasando antes por el Paso del Aguardientero y el Mirador del Rebosadero, desde donde obtenemos una bonita vista del embalse del Aguascebas coronado por la Morra de Chorrogil.








Partimos del cortijo de la Canaleja o de la Tia Eufemia, cerca del Embalse del Aguascebas.

Desde el collado de Caracho ascendemos por la Lancha del Montón.

Vistas al collado de Caracho y el Tranco del Acebo.

Aunque la visibilidad es malísima desde aquí vemos las Sierras de Cazorla y del Pozo.

Nava de la Cruz de Colín.

Miguel en los balcones de Piedra Nativa.

Formidable mirador natural...

...al barranco de la Osera.

Aunque por desgracia la visibilidad era realmente mala.

Barranco del Aguascebas Chico.

Cortijo de la Escalera.

Cañá del arroyo de la Escalera.

Alberca y fuente de la Escalera.

Ventana en el Filón de la Trocha.




Miguel en la cima del Filón de la Trocha.

El vértice de los Vílchetes y el cortijo de la Escalera desde la ventana.

En la cima del Filón de la Trocha.

Cresteamos hacia la Lancha de la Nava.

En el geodésico de los Vílchetes..

...desde donde se obtienen magníficas panorámicas.

Abajo se ve la cortijada de los Vílchetes, hacia donde nos dirigimos.

Cortijo de la Escalera y la brecha que abre el arroyo de los Vílchetes o la Escalera.

Cascada estacional en el arroyo de la Escalera.

Barranco de la Escalera.

Pequeña fuente cerca del cortijo.

La cascada estacional.

Y retomamos la preciosa senda.



Lancha de la Nava.


Cortijada de los Víchetes...

...pero antes de llegar a ella...

...nos asomamos donde se despeña el arroyo de los Vílchetes.

Pasamos por ésta alberca antes de llegar a la cortijada.

La senda sale a la carretera...

...justo en el Mirador de los Frailezuelos.

Vistas desde los Frailezuelos.

En la carretera se sitúa el Mirador de la Osera...

..donde se obtiene una bonita panorámica del barranco de la Osera.


Descendemos por un camino olivarero...

...que aunque en un entorno agrícola está rodeado de bellos parajes.

Pasamos bajo el Tranco del Polvorista.

Los paisajes son espectaculares...

...y disfrutamos enormemente del descenso.

Uno de los puentes sobre el Aguascebas Chico...

...donde ya hemos conectado con el sendero balizado de la Osera.

Otro puente sobre el Aguascebas Chico. Aquí el sendero balizado describe una pequeña circular, pudiendo tomar  tanto a la derecha (cruzando el puente) o a la izquierda,  pues más tarde ambos ramales se unirán.


Mientras ascendemos el espectáculo no puede ser más sorprendente.

Ascendemos hacia el Paso del Aguardientero.


Macizo de Navazalto al fondo.


Sendero muy empinado y roto por muchos lugares. La baranda de madera nos ayuda a progresar.


Macizo de los Vílchetes.


Lugar donde se unen los dos ramales del sendero de la Osera.

El fantástico Paso del Aguardientero.


Agotador ascenso.

Miguel en el Paso del Aguardientero.

Al fondo la Morra de Chorrogil o Cerro del Avellano.
Navazalto.

Embalse del Aguascebas y la Morra desde el mirador del Rebosadero.


Concluimos la ruta en el cortijo de la Canaleja.