domingo, 24 de julio de 2016

ASCENSO A LA PANDERA POR LA CARA SUR DESDE EL PUERTO DE LAS COBERTERAS (SIERRA SUR DE JAÉN) 23-07-2016



Ascender a la Pandera es hacerlo a una gran montaña, en todos los sentidos. Está incluida entre las 100 cumbres más prominentes de la Península Ibérica, es el pico más elevado del conjunto orográfico Subbético denominado Sierra Sur de Jaén y la belleza y valores medio ambientales del entorno bien merece estar amparada bajo una figura de protección como lo es un Parque Natural (algo que incomprensiblemente hoy por hoy no es así).
Esta montaña, famosa por ser final de etapa de la Vuelta Ciclista a España en varias ocasiones, tiene en su cumbre unas antenas y unas instalaciones militares (hoy abandonadas y que amenazan ruina) que afean algo su estampa.
Desde su cumbre se nos abren amplios horizontes: campiña de Jaén (incluida dicha ciudad), valle de Guadalquivir, la mayor parte de la Sierra Sur y sus cumbres más significativas (Jabalcuz, Ventisqueros, Paredón, Ahíllos, Grajales...), los pueblos de Valdepeñas de Jaén y los Villares practicamente a sus pies, Sierra Arana, Sierra Nevada, Sierra Mágina, Subbéticas de Córdoba,...

Varias son las maneras más habituales de ascender a esta montaña. La más cómoda es hacerlo con un vehículo hasta las mismas instalaciones militares abandonadas, pues una carretera asfaltada llega hasta aquí. Desde el Puerto de las Coberteras, Retiro de Pancorbo y la zona de Otiñar hay viejos caminos de herradura que llevan hasta el Puerto de la Nava, lugar donde todos ellos coinciden, para desde aquí tomar otros dos senderos que ascienden uno a la Peña del Altar (una de las tres cimas principales de ésta montaña, la más oriental) y el otro al Collado de Cerrillo Caldera (collado entre las cimas de la Pandera y Cerrillo Caldera), formas éstas de abordar ésta cumbre de una forma más deportiva.

Pedro J. Castro (como no podía ser de otra forma en su querida Sierra Sur) propuso atacar a la Pandera por su agreste cara sur. Aquí no hay senda, ni casi vericuetos de animales, solo cortados, torcales, derrubios y pedreras, arbustos y matorrales pinchantes y lacerantes como espinos y aulagas...,vamos, todo un reto por delante.
Desde abajo dibujamos mentalmente el itinerario que íbamos a seguir, si ello era posible, pues las zonas en sombra no dejaban ver de forma nítida lo que realmente nos encontraríamos. Pero una vez metidos en faena uno pierde todas las referencias que habíamos trazado antes de empezar. Así que con una buena dosis de intuición o de suerte quizá , fuimos ascendiendo sorteando las zonas más incómodas o imposibles de superar sin material de escalada ,hasta que llegamos a la cima.
El ascenso no es fácil, ni cómodo. Hay que realizar un gran esfuerzo físico, utilizar casi constantemente las manos para ayudarnos a trepar por la rocas. El terreno es muy empinado y donde hay tierra o pedreras muy resbaladizo, por lo que es mejor seguir un itinerario por zona de rocas de mediano tamaño, las cuales asegurarán nuestro progreso, aunque haya que utilizar las manos. Una mala elección nos obligará a retroceder para tomar otra vía.
Hay que tener mucho cuidado si hay hielo o la roca está mojada, pues éste ascenso se puede tornar peligroso. También tenemos que mirar bien donde ponemos las manos, no debemos olvidar que estamos en los predios de la temida víbora hocicuda, que según dicen es bastante abundante en ésta cara de la Pandera.

El punto de inicio de este recorrido es el Puerto de las Coberteras, hasta donde se llega por una pista asfaltada que parte de la carretera A- 6050 (carretera que une Jaén con Castillo de Locubín pasando por Los Villares y Valdepeñas de Jaén), entre los kilómetros 28 y 29 ,muy cerca de Valdepeñas de Jaén. Para tener una referencia , en el inicio de dicha pista unos carteles nos indican que por allí se llega al Monumento Natural Quejigo del Amo (a 16 kilómetros) y a la S.C.A. San Isidro (fábrica de aceite a 0,4 km).

Desde el Puerto de las Coberteras, donde podemos estacionar el vehículo sin problemas y donde se cruzan varios caminos, tomamos un carrilillo hacia el noroeste y que en breves metros pasa cerca de un abrevadero formado por varias bañeras. Pasamos por dicho abrevadero y campo a través y en la misma dirección a corta distancia llegamos a la Fuente de las Palomas, tras saltar una valla. Esta fuente de obra es mucho más bonita que el anterior abrevadero.
Desde aquí comenzamos el ascenso hacia el norte, primero atravesando una zona de densa vegetación, chaparros principalmente, para llegar a la zona de roca pura y dura y en donde la pendiente se torna cada vez más vertical.
Seguimos ascendiendo hacia el norte, noreste y como comente anteriormente intentando elegir el itinerario menos penoso. Cuando casi hemos realizado todo el ascenso ,nos metemos bajo unos cortados y entonces superamos los metros que nos quedan caminando bajo éstos hacia el noreste llegando a la gran superficie cimera de ésta montaña. Seguimos en la misma dirección para llegar a la cercana cima oriental , la Peña del Altar (1.818 m).

En la Peña del Altar se sitúan de forma contigua un pequeño refugio vivac y una caseta de vigilantes de incendios. Posiblemente aquí se obtengan las mejores vistas desde ésta sierra de la Pandera.
Al lado del refugio, un poco al noroeste hay un viejo pozo de nieve, mudo testigo de una pretérita actividad económica sostenible con el medio ambiente y que mantenían vivos los caminos de la sierra ,como pasaba en tantos otros lugares de las Sierras Béticas. También eso nos puede dar una idea de lo crudos que pueden llegar a ser los inviernos en ésta Sierra.
Seguimos ahora por el camino que llega hasta el refugio y la caseta de vigilantes, hacia el oeste. En pocos metros y cuando un vallado comienza a acompañar al camino, saltamos el mismo y a poca distancia hacia el sur visitamos la Sima de la Pandera, que antaño se utilizo como pozo de nieve.
La Sima de La Pandera (VJ-4) ha sido explorada y estudiada por A. Gutiérrez y A. Moral., y su estudio publicado en la revista Andalucía Subterránea:

"La Sima de la Pandera está compuesta por dos pozos y varias salas. El acceso se realiza a través de un pozo vertical de 30 metros de profundidad, en su mayor parte aéreo y de grandes proporciones.
En el fondo de este pozo arranca una rampa de tierra y piedras que alcanza un desnivel de 4 metros.
En la pared Este de la rampa y tras pasar una gatera muy estrecha se accede a una salita bellamente concrecionada.
A 23 metros. de profundidad del P. 30 tras hacer un péndulo a la derecha se llega a dos salas que también forman parte del pozo principal.
En el fondo del P. 30 y tras desobstruir una gatera descendente muy estrecha se accede a otro pozo de 8 metros. de profundidad, pozo este de menores proporciones y que desemboca en otro pozo-gatera impenetrable de 4 metros. de profundidad."


Interesante articulo sobre los pozos de nieve en la provincia de Jaén y más concretamente en la Sierra Sur:


Regresamos al camino por el mismo lugar y continuamos hacia el noroeste hasta que llegamos a una amplia explanada (helipuerto), que es donde llega la carretera asfaltada antes de entrar en las instalaciones militares. Entramos en dichas instalaciones y tras subir al punto más elevado de las mismas tomamos un sendero que asciende al vértice geodésico del Alto de la Pandera, a 1.870 metros de altitud. Las vistas como comente anteriormente son extraordinariamente extensas. Lástima que la calima propia del verano no nos permita disfrutar de éstas como se merecen.

Desandamos el camino hasta el helipuerto y caminamos por la carretera hacia el oeste hasta que llegamos al collado Cerrillo Caldera, donde a nuestra derecha sale un sendero que desciende hasta el Puerto de la Nava. Este sendero no tiene perdida, pero es muy empinado y con piedra suelta, hay que salvar más de 300 metros de desnivel en poco más de un kilómetro.
Desde el Puerto de la Nava seguimos hacia el este descendiendo hasta la Fuente de la Nava. Para hacerlo hay multitud de veredas, pues el primitivo camino de herradura no se sabe realmente cual es. El continuo paso de ganado ha labrado otros caminos, pero todos ellos llevan a la fuente sin perdida alguna.
Desde la fuente seguimos hacia el sureste, al principio en ligero ascenso para después descender de forma inequívoca.
Aquí ya si apreciamos que andamos por un viejo sendero de herradura, con muros de mampostería para reforzar la parte aérea del mismo y trazado zigzagueante para mitigar el fuerte desnivel.
Vira hacia el sur y las vistas del precioso embalse del Quiebrajano son casi constantes. Al entrar en una zona boscosa el sendero se desdibuja un poco ,reapareciendo de forma muy definida un poco después.
Tras pasar por una zona de grandes y curiosos bloques de roca desprendidos de la roca madre, el sendero nos lleva al cortijo del Puerto, a escasos metros del Puerto de las Coberteras, punto final de éste bellísimo e interesante recorrido circular.

Gracias Pedro por ésta emocionante experiencia.








Croquis aproximado del ascenso.


En el Puerto de las Coberteras...

...punto de inicio de ésta ruta.

La Sierra de Ventisqueros desde las Coberteras.

Abrevadero con feas bañeras.

Abrevadero con la Sierra de Ventisqueros de fondo.

En pocos metros llegamos a la Fuente de las Palomas...

...y nos acercamos a las moles pétreas para iniciar la parte más emocionante del ascenso.


Hay que ayudarse de las manos para trepar...

...por éste pedregoso...

...canuto.

Las vistas empiezan a ser espectaculares.

Muy abajo queda ya el Puerto de las Coberteras.

Ufff...., menuda pendiente tenemos por delante.

Pedro eufórico con su adrenalínica propuesta.

Un descansito en un sensacional balcón.

Valdepeñas de Jaén a tiro de zoom.

¿Por ahí hemos subido?. Eso nos preguntamos....¿Por donde sino?.

La agreste Sierra de Ventisqueros .

Y seguimos subiendo,...

...evitando meternos en los derrubios, donde nos costaría mucho más esfuerzo el progreso.

Impresionante verticalidad.

Las antenas de la Pandera parecen cercanas,...

...pero aún nos queda un buen tramo.



Nos metemos bajo los cortados y toca seguir bajo ellos hacia el noreste.


Valdepeñas de Jaén, corazón de la Sierra Sur.

Llegamos a la superficie cimera de la Pandera, agostada por los rigores del estío.

Nos dirigimos primero a su cumbre más oriental, la Peña del Altar.

Desde donde se obtienen unas formidables panorámicas. Embalse del Quiebrajano, Grajales, Cañada de la Hazadillas, Cerro Pitillos...

Jaén, Jabalcuz, Peña Blanca, Cagasebo, Pago de las Cimbras...

Alto de la Pandera, con sus antenas y las instalaciones militares.

Nos desviamos para ver la Sima de la Pandera, utilizada en otros tiempos como pozo de nieve.

Llegamos al helipuerto...

...y entramos en las abandonadas instalaciones militares...

...para ascender al vértice geodésico de la Pandera.

Instalaciones militares con un increíble fondo.

Cresta de la Pandera. La segunda cima en altitud de la Pandera es Cerrillo Caldera, donde también hay unas antenas.

Geodésico de la Pandera con Valdepeñas detrás.

Peña del Altar.

Cerrillo Caldera y el collado Homónimo, donde vamos a tomar el sendero.

Barranco de la Hoya del Caño, Pago de las Cimbras, Peña Blanca y Cagasebo. La Sierra de Propios detrás.

Sendero que desciende al Puerto de la Nava.


Llegando al Puerto de la Nava.

Las cumbres de la Pandera desde el Puerto de la Nava.


La bonita Fuente de la Nava.

Loma de Cagasebo.

Cara oriental de la Peña del Altar.

En el descenso hacia el Puerto de las Coberteras obtenemos grandes vistas del Quiebrajano.

Bordeamos la Peña del Altar, eso sí, muchos metros por debajo.


Precioso sendero de herradura.


Obras de arte que poco a poco van desapareciendo.


Curiosa roca...

...en una zona donde se desprendieron grandes bloques.

Cortijo del Puerto...

...y su bonita fuente, a punto de llegar...

...al Puerto de las Coberteras, dando por concluido éste recorrido.







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