domingo, 25 de octubre de 2015

POR LOS POYOS DE LA CARILARGA (TRANCO TAPAO, NAVA CENTENO, SIERRA DE LA CABRILLA, NAVALASNO) 24-10-2015


Tantas veces contemplando la vertical cara noroccidental de la Sierra de la Cabrilla en la distancia, - lo que genéricamente se conoce como Poyos de la Carilarga, toda esa sucesión de trancos y poyos comprendidos entre el collado Cerecino y el collado de Nava Centeno: Torcas de Navalasno, Chorreaderos, Poyo de los Aceres, Tranco de Don Diego, Morra de las Chocillas, Tranco del Chitero y Tranco Tapao -, tantas veces imaginando poder recorrerla, algo que en la lejanía parece imposible, un sueño de locos, porque esa zona de abismos, de pedreras, desprendimientos que forman caos de piedras, donde pinos y arces hunden sus raíces de forma estoica no tiene que ser un terreno apto ni para las monteses. Y por fin ese trayecto que tantas veces he realizado de forma virtual sobre el mapa ha tomado forma , junto a otra inolvidable ruta que realicé hace un par de años por éstos pagos, el recorrido integro de los Poyos de la Carilarga se ha hecho realidad.
No ha sido fácil, ni es un recorrido exento de riesgo, sobretodo con hielo puede resultar bastante peligroso, pero tampoco es ese imposible que parece en la distancia.

Impresionante ruta por uno de los lugares más recónditos y agrestes de estas Sierras, donde se dan las mayores altitudes del Parque Natural de las Sierras de Cazorla ,Segura y las Villas , lindando con la vecina provincia de Granada y el Parque Natural de la Sierra de Castril. Sin lugar a dudas una zona de contrastes; contraste entre la vertiginosa verticalidad de la Sierra de la Cabrilla hacia el Barranco del Guadalentín, con sus trancos y los poyos con pendientes pedreras y magníficos y densos bosques mixtos de coníferas y frondosas con el vasto páramo casi desarbolado, autentico desierto kárstico que forma el gran calar de las altas cumbres de esta Sierra, con muchos picos que superan los 2.000 metros de altitud y grandes superficies totalmente llanas como lo son sus magníficas navas, como la del Centeno, Troncos ,Polvo y Navalasno. También grandes contrastes hacia el Este, hacia los profundísimos barrancos de Lézar, La Magdalena y Túnez en la Sierra de Castril; que a su vez contrasta con el Barranco del Guadalentín por ser éstos más secos, erosionados y con menos cubierta forestal , pero no por ello exentos de una atractiva y sugerente belleza. La ruta es dura no tanto por la distancia ni por el desnivel acumulado que son moderados ,sino por el terreno que recorremos , por trochas y veredas de ganado, campo a través con algunos pasos delicados donde hay que utilizar las manos, pedreras inestables ,bajadas muy empinadas con piedra suelta., lapiaces y cuchillares...

El otoño sea quizá la mejor época del año para realizar éste recorrido, pues aún no han llegado las heladas que pueden hacerlo peligroso y el sofocante calor del estío ya pasó, algo que puede pasarnos factura en el desierto pétreo de la Cabrilla ,pero sobretodo porque la gran cantidad de árboles caducifolios, arces mayoritariamente, que tapizan la zona baja de los Poyos visten sus mejores galas.

Gracias a Juan Antonio y Miguel por ser cómplices en darle forma a un sueño.

El comienzo de la ruta lo podemos situar en cualquier punto de la carretera sin asfaltar JF-7091 (que une Vadillo Castril con Santiago de la Espada pasando por la Nava de San Pedro y los Campos de Hernán Perea) entre la Casa Forestal Caballo de Acero y el Collado Cerecino, al tratarse de una ruta circular y tener que caminar por ese tramo de carretera.
Nosotros estacionamos el vehículo entre Caballo de Acero y el Collado de la Fuente Bermejo para promediar el tramo de pista entre el comienzo y el final de la ruta, haciendo más amena la parte más tediosa de la ruta.
Otra opción ,es una vez que salimos al collado de la Zarca tomar el camino de la Nava de Paulo y después la senda que desde aquí lleva a Fuente Bermejo, minimizando así el tramo que caminaremos por pista forestal.
Comenzamos a caminar hacia el sur , en dirección a la Casa Forestal Caballo de Acero y casi medio kilómetro antes de llegar a dicho lugar sale a nuestra izquierda un carril que desciende de forma acusada al este hacia la orilla del río Guadalentín. Una vez en el río el carril sigue junto al mismo aguas abajo hasta el Vado de las Carretas, pero nosotros lo vadeamos donde podemos en ese punto.
Ascendemos campo a través al sureste dejando a nuestra derecha en todo momento el barranco de la Covachas hasta casi meternos bajo los farallones de la Morra de las Chocillas, que forma parte de los Poyos de la Carilarga. Vemos hitos de piedras que durante algún tiempo seguimos , hacia el sur. El ascenso es acusado, aunque de momento no dificultoso.
Hasta Tranco Tapado vamos hacia el suroeste por una especie de cinto entre grandes cortados. Perdemos los hitos, pero da igual , por éste terreno es igual de incómodo ir un poco más arriba o abajo. Intentamos seguir trochas de ganado, atravesando varias pedreras, algo inestables y vertiginosas, pero que realmente no entrañan peligro. Pasamos bajo el Tranco del Chitero y las Buitreras.
Las vistas son espectaculares en todo momento, sobretodo hacia el barranco del Guadalentín ,a nuestros pies. Caminar entre tantos arces vestidos de gala otoñal es simplemente una pasada. Una vez en Tranco Tapado terminan los grandes abismos de la Carilarga y vamos virando hacia el sureste buscando la cuerda de la Loma de las Cabrillas o Sierra de la Cabrilla, que ya tenemos justo enfrente. Pero antes nos quisimos desviar al sur hacia la bonita Nava Centeno, teniendo que perder algo de altura con respecto a la dirección que llevábamos hacia la Cuerda.
Desde Nava Centeno ascendemos de forma acusada por un barranco hacia el noreste y después al este hasta coronar la cuerda de la Cabrilla, terreno éste muy áspero e incómodo de lapiaz. El paisaje es desolador a la vez que de sorprendente belleza, a penas hay algún árbol diseminado en éste vasto paisaje casi lunar, éste auténtico desierto pétreo con una altitud media de cerca de 2.000 metros.
Las vistas desde la cuerda son impresionantes, pues a parte de éste amplio páramo vemos la cuerda de la Sierra de Cebas o del Buitre, la Sierra del Pozo, el embalse de la Bolera y de fondo con sus cumbres pintando ya de blanco Sierra Nevada. Descendemos hacia el este hasta la cercana Nava de los Troncos o Trancos (según el mapa que consultemos), para una vez en ésta seguir por trochas de ganado bastante marcadas hacia el noreste.
Éste terreno es ya mucho más cómodo y casi llano. Vamos de navilla en navilla, situadas éstas en dolinas no demasiado profundas. Caminamos entre la cuerda de la Cabrilla y la del Puntal de los Calarillos. Justo enfrente tenemos la inconfundible silueta casi piramidal del Alto de la Cabrilla y que nos servirá de referencia, pues a su izquierda se sitúa Navalasno, hacia donde nos dirigimos.
Dejamos a la derecha la Salega de los Entredichos y a la izquierda el Cerro de las Covachas cuando llegamos a la Nava del Polvo. Descendemos por un arroyo entre el Alto de la Cabrilla y el Cerro de las Covachas para desembocar en la amplia llanura de Navalasno, en realidad una inmensa dolina o poljé . Este lugar es de una increíble belleza, las lomas circundantes ya están tapizadas de bosque , sobretodo pinos laricios, algunos de ellos añosos , de gran envergadura.
A travesamos Navalasno hacia el oeste hasta llegar al desagüe de la misma a través del arroyo de los Chorreaderos , que cae vertiginosamente entre los abismos del Poyo de los Aceres y las Torcas de Navalasno. Éste abismal paraje e indescriptible , no hay palabras para poder explicar las sensaciones que nos embargan sobre estos altos cortados. Nada más que por estar aquí merece la pena las fatigas que hayamos podido pasar y sobra decir que hay que tener mucho cuidador al asomarnos a estos cantiles.
Seguimos hacia el norte por un estrecho y precioso cinto, caminando sobre cortados por una trocha de ganado bastante marcada al principio. Este tramo es bastante más cómodo que el de Tranco Tapao. También atravesamos pedreras, pero menos dificultosas que las de la mañana y poco a poco nos vamos introduciendo en un denso pinar, donde la trocha se difumina, aunque ya no hay perdida, pues vemos bastante cerca el viejo pluviómetro que hay en el collado Cerecino y hacia donde nos dirigimos.
Desde el collado nos dirigimos a la cercana pista forestal (JF-7091) hacia el noreste , dejando a nuestra izquierda el peñón donde se sitúa el pluviómetro. Solo resta para concluir la ruta caminar al oeste durante algo más de 6 kilómetros por la tediosa pista forestal , aunque eso sí, disfrutando de las magníficas vistas que desde ésta se obtienen de los Poyos de la Carilarga y la Sierra de la Cabrilla.








Comenzamos a caminar aún de noche y somos premiados por un precioso amanecer.

Un zorro se nos acerca en busca de comida.

Tras cruzar el Guadalentín ascendemos hasta casi la base de los Poyos de la Carilarga.

Morra de las Chocillas.

El barranco del Guadalentín.

Tranco del Chitero.

Preciosa está la base de los Poyos con tantos arces vestidos con su gala otoñal.

Miguel y Juan Antonio ascendiendo entre arces.


Bellísimo espectáculo.


Tranco del Chitero.



El Caballo de Acero tras los Arces.

Vamos pasando algunas pedreras.


Soberbio.

Tramo de pedreras para llegar a Tranco Tapao.


Incómodo e inestable transito por las pedreras....

...aunque a los muflones  no les parece igual.

El Tranco del Lobo y la Sierra del Pozo al fondo.


Bajo las Buitreras...

...llegamos a Tranco Tapao.

La Sierra del Pozo , el Tranco del Lobo y el valle del Guadalentín desde Tranco Tapao.

Bellísimo el Tranco del Lobo adornado con arces.

Sin duda impresionante lugar.

Desde Tranco Tapao.


Sierra Nevada al fondo.

Caballo de Acero y en el Guadalentín el cortijo homónimo.

Dejamos las vistas al Guadalentín ...

...para encararnos a la áspera Sierra de la Cabrilla.



Nava Centeno con la Sierra de Cebas de fondo.

La preciosa Nava Centeno.

Dejamos la Nava para ascender a la cuerda de la Cabrilla.

Otra navilla con un "sorbeor".

Embalse de la Bolera con Sierra Nevada de fondo.



Que belleza de lugar a pesar de ser tan inhóspito.

La cuerda de la Cabrilla, que supera los 2.000 metros de altitud.

El Pico del  Buitre, Tejos y Tornajuelo , tres geodésicos a caballo de las provincias de Jaén y Granada.

La Cabrilla Alta.


El precioso Pico del Buitre.

Nava de los Troncos y cuerda del Puntal de los Calarillos.

De navilla en navilla con el Alto de Cabrilla en frente.

Nava del Polvo y Alto de la Cabrilla.

Nava del Polvo.

Hacia Navalasno.

Alto de la Cabrilla, a 2.076 metros de altitud.

Navalasno.

Poyo de los Aceres.

Los Chorreaderos y la vieja casa forestal del Majal de la Carrasca.

Poyo de los Aceres.


Navalasno y Alto de la Cabrilla.

Hermoso llano de Navalasno.

En las Torcas de Navalasno.

Valle del Guadalentín de nuevo.

Simplemente impresionante.

Cerros de los Tornajos y las Covachas, dos dosmiles de la Cabrilla.


Por el precioso cinto de las Torcas.

Impresionante paso.


La sierra del Pozo al fondo.



Torcas de Navalasno.

Viejo y retorcido laricio.

Precioso colorido otoñal.

De nuevo por pedreras.


Pero casi sin darnos cuenta llegamos a Collado Cerecino.

Y ahora toca pista forestal, pero si no queremos transitar por ella tenemos otras opciones sin hacer muchos más kilómetros.

Los impresionantes Poyos de la Carilarga por los que hemos transitado hace poco tiempo.


Pasando por Fuente Bermejo...

...y sin parar de tener maravillosas vistas de la Sierra de la Cabrilla.

Ya en el coche no podemos dejar de detenernos para fotografiar el Estrecho de los Perales...

...y la Nava de San Pedro.