jueves, 31 de diciembre de 2015

CIRCULAR RÍO GRANDE O DE LOS CURAS - EL CENTENILLO (SIERRA MORENA) 30-12-2015


La ruta comienza en la carretera JA-6100 que une La Carolina con El Centenillo, muy cerca del kilómetro 11. El lugar habitual para empezar rutas en ésta zona es el la puerta de entrada a la pista por la que empezaremos a caminar , a la derecha nada más pasar el puente de la Pasada el Castaño sobre el Río Grande o Guadalevín (también llamado de los Curas por atravesar la mina así denominada). Pero la zona es muy angosta y hay poco espacio para estacionar el vehículo, más si cabe como en mi caso que ya había un turismo allí. Así que decidí comenzar la ruta unos 300 metros carretera arriba (dirección al El Centenillo), en la entrada a la finca a Los Iniestares, donde hay mucho más espacio para estacionar.

Comencé a caminar por asfalto (hacia el este unos 300 m) hasta llegar a la puerta anteriormente aludida. La puerta está cerrada, la finca es pública , pero en un lado de la misma se puede pasar. Caminamos por la pista forestal hacia el noroeste, pista ésta que durante muchos kilómetros acompaña el curso del río Grande aguas arriba, casi todo el tiempo a cierta altura sobre el mismo y siempre por su orilla natural derecha, la izquierda en el sentido de nuestra marcha.
Al principio vamos bordeando el Cerro Pardiñas y la pista se aleja momentáneamente del río para atravesar un barranco. Tras vadear el barranco la pista comienza a ascender buscando de nuevo al río Grande y vamos viendo los primeros restos mineros del Pozo de los Curas.
Cuando la pista ha terminado de ascender el corto repecho a nuestra izquierda arranca un cortafuegos, el cual tomamos.

Ascendemos hacia el noroeste por el cortafuegos por una endiablada pendiente que hay que tomarse con mucha paciencia. Al poco pasamos por los restos de la casa de la Mina de los Curas. Seguimos en fuerte ascenso en la misma dirección hasta que llegamos a un carril que atraviesa el cortafuegos. Atravesamos dicho carril y seguimos por cortafuegos hacia el oeste noroeste , ahora ya con una pendiente mucho más relajada.
Ahora el cortafuegos llanea y cuando comienza a ascender hacia la cima del Cerro de la Cuna nos salimos del mismo hacia el norte primero, noroeste después, entre un denso pinar en busca de un sendero que al principio cuesta ver. De todas formas por aquí se camina de forma relativamente cómoda por las terrazas donde en su día repoblaron el pinar.
Vamos bordeando la ladera oriental del Cerro de la Cuna y salimos a una zona abierta , de matorral. Aquí ya empezamos a ver la vereda con claridad y es fácil de seguir. Pasamos por un venero y de nuevo entramos en el pinar. Llegamos a una pista que tomamos a la derecha y en breves metros hacia el norte llegamos a una puerta que debemos pasar para salir a la carretera JA-6100, ya muy cerca del poblado minero de El Centenillo.

Cruzamos la carretera y tomamos el carril que un principio va paralelo a la misma, a la derecha ,hacia el norte. En fuerte pendiente pero en breves metros entramos en la parte alta del poblado. En la misma dirección llegamos a la Plaza de la Iglesia y tomamos alguna de las calles a la izquierda que nos bajan al campo de fútbol. En el otro extremo del campo de fútbol sale un carril al noroeste que tomamos y que en breves metros se divide en tres. Tomamos el de en medio para llegar a las ruinas del cercano Pozo Mirador.
El nombre es muy apropiado, pues desde aquí tenemos unas fabulosas vistas de éste sector de la cordillera Mariánica: Tres Hermanas, Peñón Jurado, el cercano Parque Natural de la Sierra de Andújar...


En vez de regresar de nuevo al campo de fútbol después de desandar unos metros nuestros pasos ,tomamos un carril a la izquierda que desciende a la carretera JM-5005 (carretera que une El Centenillo con Andújar y la Ermita de la Virgen de la Cabeza recorriendo la sierra), la cual seguimos unos metros hacia el poblado para tomar un carril a la izquierda al llegar a las primeras casas. Este carril nos lleva en breves metros a las ruinas del Pozo de San Tomás. Desde aquí también obtenemos unas vistas fabulosas, estamos justo enfrente del Pozo Mirador donde acabamos de estar.

Seguimos el carril al este y a los pocos metros vemos a la derecha un viejo túnel ferroviario. Al otro lado del túnel comienza el sendero señalizado “Pozo Nuevo” y regresa por el carril por el que vamos. Ahora toca recorrer éste sendero ,pero en sentido inverso al indicado por el panel informativo.
Seguimos las balizas del sendero y llegamos a un cortafuegos tras pasar por las ruinas del Pozo Águila. El cortafuegos asciende de forma acusada y cuando éste cambia bruscamente de dirección (de dirección norte cambia al oeste), nos salimos a la derecha por una puerta en un vallado.
Ahora caminamos por un bonito sendero inmerso en un bosque mixto de alcornoques y pinos ,circundando la cima del Cerro del Águila. Vamos teniendo vistas a la increíble mole rocosa del Puntal y Montón de Trigo , una de las máximas elevaciones de Sierra Morena con 1.210 metros de altitud y al valle del río Grande.
Llegamos a las ruinas de Pozo Nuevo y al bonito mirador realizado en éste privilegiado oteadero. Este pozo comenzó a excavarse en el año1917 y estuvo en uso hasta 1.963. Tiene una profundidad de unos 570 metros.
Desde el mirador se tienen unas inmejorables vistas del macizo del Puntal, Montón de Trigo y del valle del río Grande, Guadalevín o de los Curas. Aquí podemos observar la grandiosidad de éste valle y las montañas que lo rodean, el inmenso manto boscoso que lo cubre, en parte de típico bosque mediterráneo y en parte pinares de repoblación y uno no deja de preguntarse por qué ésta zona a caballo entre los Parques Naturales de la Sierra de Andújar y Despeñaperros no entro a formar parte de ninguno de ellos e incluso por qué no se hizo un gran Parque Natural de casi toda la Sierra Morena jiennense al igual que se hizo en las provincias de Huelva y Sevilla. Desde luego por valores ambientales y paisajísticos no sería.
Seguimos el sendero, ahora por donde discurría el antiguo trazado ferroviario hasta que llegamos al panel de inicio de sendero ,ya muy cerca del poblado.

Un poco más abajo vemos ruinas mineras y junto a un carril otro panel informativo, en éste caso el del sendero del Cerrillo del Plomo. Por un cortafuegos hacia el el sureste llegamos a dicho panel. Seguimos el sendero señalizado hacia el este , descendiendo por el barranco de las Higueras, donde podemos ver viejos bancales de cultivo e inmersos en un precioso bosque mediterráneo. Cruzamos el barranco y el sendero ahora un poco más ancho posiblemente coincida con el trazado de una vieja calzada romana que conectaba el Cerrillo del Plomo con otras fundiciones cercanas.
Llegamos a la pista que desde El Centenillo baja al río Grande y lleva al embalse en dicho río. Atravesamos la pista siguiendo el sendero que asciende a la cercana cumbre del Cerrillo del Plomo, donde aún se pueden observar trazas de un poblado minero de época romana.
El Cerro debe su nombre a la cantidad de restos de éste elemento que se encontraron durante la actividad minera del siglo XX. El paisaje actual del cerro, lleno de hoyos se debe a la actuación llevada a cabo en la década de 1.950 de los denominados “sacagéneros”, mineros que removieron gran parte del cerro en busca de restos de plomo que dejaron los romanos muchos siglos atrás.
Este cerro fue unos de los centros productivos en época íbero–romana más importantes del entorno. Aquí se extraía el mineral de Galena del que se obtenía plata y plomo. La plata de gran valor era enviada a Roma para el mantenimiento económico del imperio, mientras que el plomo de menor valor se usaba para vida cotidiana (pesas, vasijas, monedas, bañeras, tejados...).


Regresamos a la pista y descendemos por ella, hacia el este. Pronto llegamos a una bifurcación de pistas. A esta bifurcación regresaremos más tarde para tomar la pista a la derecha y regresar a la Pasada Castaño para concluir la ruta, pero de momento tomamos la de la izquierda que sigue su descenso hacia el norte en busca del río Grande. Tras pasar por un venero y cruzar un barranco bastante húmedo, donde cantidad de helechos tapizan el suelo del bosque y más adelante una zona donde hay varios viejos castaños dispersos llegamos a la conocida como Casa de la Bomba o la Estación Elevadora de las aguas del río Grande a El Centenillo.


Regresamos a la bifurcación para tomar la otra pista que transcurre en todo momento sobre el río Grande, por su orilla derecha y hacia el sur . Aquí podemos disfrutar tranquila y cómodamente de éste precioso valle , donde profusa vegetación ribereña envuelve el río y restos de la antigua actividad industrial de la zona se diseminan por doquier en las laderas de las montañas. Pasamos bajo los restos del Pozo del Macho, atravesamos el barranco del Ministivel y llegamos a las ruinas del Pozo de los Curas, enclavadas en un paraje espectacular, distribuidas en parte sobre una zona rocosa que caen a plomo sobre el río. En la orilla de enfrente tenemos el cortijo del Manto y las ruinas mineras del Soldado y el Cerro del Guindo.
En pocos metros llegamos al lugar donde sale el cortafuegos por el que ascendimos hacia El Centenillo, por lo que solo queda desandar éste tramo común al inicio de la ruta (unos 2 kilómetros).










Tras aproximadamente 2 kilómetros de comenzar a caminar emprendemos el duro ascenso por el cortafuegos.


Restos de la Casa del Pozo de los Curas.

Panorámica de  parte de la cordillera Mariánica jiennense desde el cortafuegos.

A la derecha el barranco de Ministivel y al frente El Centenillo.

Barranco de Ministivel y el Montón de Trigo al fondo.

Plaza de la Iglesia en El Centenillo.


Ruinas del Pozo Mirador...

...y las panorámicas que hacen honor a su nombre.

Tres Hermanas.

Sierra de Andújar.

Pozo Mirador desde el Pozo de...

...Santo Tomás.

Peñón Jurado.

Restos del Pozo de Santo Tomás.

Antiguo túnel ferroviario, ahora pasa por aquí el sendero señalizado "Pozo Nuevo".

El Centenillo desde el cortafuegos por donde discurre el sendero "Pozo Nuevo".

Comenzamos a tener magníficas vistas del valle del Río Grande y de la mole del Puntal - Montón de Trigo.

El Puntal.

Zona de los Camarenes ,Nava Martina y el Cerro de la Estrella.


Pozo Nuevo...

...y el magnífico mirador...

...al valle del Río Grande y a el Puntal - Montón de Trigo.




Montón de Trigo.




El Centenillo desde las inmediaciones de Pozo Nuevo.

Llegando a la cima del Cerrillo del Plomo siguiendo el sendero señalizado homónimo.

Vistas desde el Cerrillo.

Pozo Nuevo desde el Cerrillo del Plomo...

...y el barranco de las Higueras. El Centenillo al fondo.

Ahora por pista forestal vamos camino de la Estación Elevadora...

...sin parar de tener sensacionales vistas del Puntal y el Montón de Trigo.


Viejos castaños entre pinos.

La "Bomba" o Estación Elevadora de Agua.

La cual como su nombre indica eleva el agua del río Grande hasta el poblado de El Centenillo.

Ahora toca caminar durante 7 kilómetros por la pista forestal que recorre el valle del río Grande.

Eso sí, disfrutando de magníficos paisajes.


Pozo Nuevo y el Cerrillo del Plomo.




Cortijo del Manto.

Meandros y encajonamiento del río Grande a su paso por el Pozo de los Curas, de donde toma su otro topónimo.  

Pozo de los Curas.


En la otra orilla del río el Pozo El Soldado.

Pozo El Soldado.




Precioso curso el de éste río.

Río Grande desde el puente de Pasada Castaño.

Pasada Castaño.

Entrada a la finca Dehesa Iniestares, donde hay bastante espacio para estacionar vehículos si no lo vemos claro en Pasada Castaño.