lunes, 11 de julio de 2016

EMBALSE DE AGUASCEBAS, TRANCO DEL ACEBO, CUEVA DE LA MORRA, ESCALERA DE POYOLLANO (SIERRA DE LAS VILLAS) 02-07-2016


Cuando los rigores del estío se manifiestan de manera ineludible se reducen considerablemente las opciones de seguir practicando nuestro deporte favorito. Pero eso no quiere decir que no existan esas opciones. Para los que residimos en esta zona de la Piel de Toro tenemos bien cerquita la alta montaña Penibética, las altas cumbres de Sierra Nevada, por las que podemos seguir caminando sin problemas, pues allí la temperatura es bastante agradable y tenemos la oportunidad de conocer a fondo una fascinante cadena montañosa que en otra época del año sin los conocimientos ni el equipo adecuado sería imposible aventurarse a hacerlo.
También podemos recurrir a las rutas acuáticas y ribereñas, junto al frescor del agua y los bosques en galería. O como en ésta ocasión, madrugando mucho y reduciendo el kilometraje de la ruta para no acabar en las horas de más calor y siempre que sea un recorrido bastante sombreado, como es el caso.
Elegimos de nuevo la Sierra de las Cuatro Villas, por la que sentimos una especial atracción. El objetivo, encontrar la Cueva de la Morra, que nos quedo pendiente en otra ruta y recorrer dos escaleras, como llaman los serranos a los pasos entre poyos o cortados rocosos, la del Tranco del Acebo y la de Poyollano.

La ruta comienza en el collado Caracho, entre los kilómetros 18 y 19 de la carretera transversal de la Sierra de las Villas y muy cerca del Embalse de Aguascebas (donde podemos estacionar el vehículo).

Comenzamos a caminar por el carril que sale justo desde el collado Caracho hacia el este primero y sur un poco después (no confundir con otro que sale en la misma dirección unos metros más abajo y que tiene un panel informativo del inicio de un sendero señalizado). En un kilómetro aproximadamente el camino se encuentra cortado por una puerta. A nuestra derecha sale un caminillo y a nuestra izquierda comienza un sendero, el cual seguimos.

Este sendero asciende hacia el este y se encuentra continuamente jalonado con hitos de piedras y marcas blancas de pintura. Busca de forma magistral los mejores pasos entre los escarpes rocosos. Atravesamos dos carriles y casi sin darnos cuenta nos encontramos en la escalera del Tranco del Acebo, soberbio paso zigzagueante para salvar éste nunca mejor dicho tranco.
El paso termina en una zona llana donde se sitúa el cortijo del Tranco del Acebo, actualmente en rehabilitación.
Pasamos por la puerta del vallado y junto a dicho cortijo. Descendemos hacia el este noreste a través de antiguos bancales de cultivo por una precaria vereda que conforme nos vamos acercando al arroyo Aguascebas de Chorrogil se va cerrando de maleza, mayormente bojes ,costando un poco seguirla.

Una vez en el arroyo lo vadeamos, no siendo fácil dicha tarea, sobretodo como éste venga crecido. El la otra orilla ascendemos hacia el norte por un barranco donde se aprecian perfectamente las antiguas terrazas de cultivos. Casi sin darnos cuenta nos plantamos en la bonita fuente de viejos tornajos y las ruinas del cortijo de Facundo.

Desde este lugar y campo a través hacia el este primero y noreste después ascendemos en busca de la Cueva de la Morra. Pronto vemos al frente unos cortados donde intuimos que puede estar dicha cueva y hacia allí nos dirigimos. Y efectivamente allí se encuentra y en verdad es bonita y con unas preciosas vistas del barranco del Aguascebas de Chorrogil y los Palancares.

Seguimos ahora hacia el oeste para descender hasta lo poco que queda del cortijo de Justa la Fumaora, que llevamos un rato viendo desde arriba. Desde la noguera que hay junto a las ruinas del cortijo nos extasiamos con sus vistas hacia el Embalse del Aguascebas y de una buena porción de ésta sierra villana.
Al oeste del cortijo y bajo un escarpe rocoso hay un abrigo cerrado con un muro de piedras y que los moradores del cortijo utilizaban para guardar ganado.

Desde éste abrigo parte la escalera de Poyollano y que desciende hacia el suroeste. Bonito paso éste también, aunque más perdido que el del Tranco del Acebo. Algunos hitos de piedras nos facilitan la tarea. Este paso termina en el cortijo de las Pepas, que se encuentra perfectamente habilitado y el cual vimos desde el cortijo de Justa la Fumaora. En vez de llegar al mismo cortijo de la Pepas decidimos ir directos a la Pasá Candiles (vado en el arroyo Aguascebas de Chorrogil) y más al sur que dicho cortijo. El terreno , campo a través, se complica bastante con mucha maleza y afloramientos rocosos, por lo que aconsejamos ir directos al cortijo de las Pepas y no seguir ésta parte del track.
Finalmente dimos con la senda que desde el cortijo de las Pepas lleva a Pasá Candiles. Decidimos en este punto visitar dicho cortijo, aunque tengamos que desandar más tarde esta parte de la senda.

Y mereció la pena la visita al cortijo de las Pepas, pues se encuentra en un paraje prodigioso, sobre unos cortados en los que el Aguascebas de Chorrogil se precipita hacia el Embalse de Aguascebas a través de la Cascada de Chorrogil (aunque la cascada no se ve desde aquí ,si que se escucha el estruendo de su caída).

Seguimos la senda hacia el sur y vadeamos el arroyo de forma cómoda por el precioso paraje denominado Pasá Candiles.
Ascendemos por el barranco que tenemos enfrente, hacía el sureste. Llegamos a un vallado y continuamos pegados a él, por la izquierda hasta que salimos al sendero del Tranco del Acebo.

Solo resta seguir hacia el oeste estos 2,5 kilómetros comunes al inicio de la ruta por éste precioso sendero.

Agradecemos a Galenomam su track publicado en wikiloc y que nos ha facilitado bastante la tarea de encontrar la Cueva de la Morra.








Comenzamos la ruta en el collado Caracho...

...y pronto obtenemos espectaculares vistas. La Iruela y la Sierra de Cazorla.

Paso entre rocas por donde discurre este precioso sendero.



Algunos balcones nos dejan asombrosas vistas.

Embalse de Aguascebas y Navazalto.

Y en poco tiempo nos plantamos en la espectacular escalera del Tranco del Acebo.

Los Vilchetes.



Tramo final de la escalera del Tranco del Acebo...

...y que lleva al cortijo homónimo.

La hendidura del barranco de Aguascebas de Chorrogil.

Curiosa fuente descendiendo al arroyo.

Vadeando el arroyo de Aguascebas de Chorrogil.

Subimos por estos bancales hasta llegar...

...a la fuente y las ruinas del cortijo de Facundo.

Atrás quedo el Tranco del Acebo.

Fuente de Facundo.

Y no muy lejos del cortijo de Facundo se encuentra la Cueva de la Morra.

Con unas preciosas vistas de los Palancares y el barranco del Aguascebas de Chorrogil.

Miguel llegando a la cueva.



Bonita estampa desde el interior de la Cueva de la Morra.

Al poco de salir de la cueva ya vemos nuestro siguiente objetivo: el cortijo de Justa la Fumaora.

El profundo barranco del Aguascebas de Chorrogil y el cortijo del Tranco del Acebo.

Hacia el este los inconfundibles perfiles de Peña Corva y el Pardal.

Las ruinas del cortijo de Justa la Fumaora...

...desde donde se obtienen fabulosas vistas del Embalse de Aguascebas y de esta porción de la Sierra de las Villas y de Villacarrillo  en La Loma.

Abrigo donde se guardaba ganado.



Vistas desde el abrigo y desde donde se ve perfectamente el cortijo de las Pepas...

...donde termina la escalera de Poyollano por la que ahora comenzamos a descender.

Tras un periplo un tanto confuso y complicado ...

...llegamos al cortijo de las Pepas...

...situado en un paraje increíble.

Cola del Embalse de Aguascebas.

Lugar por donde se precipita la cascada de Chorrogil.


Zona de la Fresnedilla.

Miguel intentando sin éxito vislumbrar la cascada.

Llegamos a Pasá Candiles...

...donde el arroyo Aguascebas de Chorrogil se remansa...

...y es fácil de vadear.

Atrás quedó el cortijo de las Pepas.

Tranco del Acebo.

La Morra de Chorrogil o Cerro del Avellano.

Y ya a punto de concluir esta ruta el Embalse de Aguascebas y el Navazalto nos regalan una bella estampa.







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