POR LOS CERROS DE ÚBEDA: NAVA DE SAN PEDRO- CUERDA DE LOS ALCAÑETES- POYOS DEL CALARILLA- BARRANCO OSCURO (SIERRA DE CAZORLA) 28-11-2015

Ruta con una buena dosis de investigación, de querer seguir algunos tramos de viejos senderos de herradura que vimos en otros recorridos para ver a donde nos llevaban .Desde luego no es la primera vez que recorremos estos pagos, es una zona preciosa , privilegiada y de vez en cuando nos gusta dejarnos caer por aquí. Sobre todo nuestro compañero Miguel es buen conocedor de éste rincón cazorleño y un enamorado de los alrededores de la Nava de San Pedro.

La ruta aunque tiene bastantes tramos de campo a través a rasgos generales no reviste excesivas dificultades, salvo eso sí todo el periplo por los Poyos del Calarilla, agreste y vertiginosa zona en la que quisimos indagar y que puede resultar peligrosa y en la que no encontramos nada especialmente reseñable salvo las magníficas panorámicas obtenidas sobretodo del valle de Roblehondo y el monte de Guadahornillos, que igualmente podemos tener en el vértice geodésico del Calarilla sin arriesgar tanto.

Comenzamos la ruta en la Nava de San Pedro (a donde se llega desde el Empalme del Valle , el Parador de Turismo el Adelantado o Vadillo Castril por la carretera sin asfaltar JF-7091), en la explanada situada junto al puente sobre el arroyo de la Rambla, donde estacionamos el vehículo.

Caminamos por la pista a la derecha tras salir del aparcamiento. Cruzamos el arroyo de la Rambla por el puente y tomamos una senda a la izquierda, al noreste, poco visible al principio debido a las labores selvícolas practicadas en la zona, pero que no tiene perdida pues transcurre paralela al arroyo. Poco después es ya bastante evidente y se bifurca. Tomamos la senda de la derecha que en breves metros nos lleva a las ruinas de un cortijo (¿el del Rincón?), situado entre dos farallones pétreos.

Ascendemos por lo que parece el resto de una vereda por detrás del cortijo y que sube por el canuto que forman los dos farallones. El ascenso es empinado y con mucha maleza, por lo que el progreso se hace algo penoso, aunque es muy breve. Comenzamos a tener formidables vistas de la Nava de San Pedro , el arroyo de la Rambla, la Hoyica...

Llegamos a una zona sensiblemente llana y caminamos hacia el noreste casi siempre por el borde de los cortados hasta que salimos a la pista a la altura del Mirador del Estrecho de los Perales. Seguimos unos metros por la pista hasta que nos salimos de ella a la izquierda por un camino que atraviesa la Nava Ciazo.

Antes de atravesar del todo dicha Nava y salir de nuevo a la pista vemos los grandes muros de mampostería de un viejo sendero, el cual decidimos seguir, alejandonos de momento de la pista. Este sendero finalmente nos vuelve a dejar en la pista, ya muy cerca de la vieja casa forestal de Fuente de Acero (reconvertida en refugio con la creación del GR-247 Bosques del Sur). Nosotros no llegamos a pisar la pista ,caminando campo a través paralelos a ella hasta que de nuevo tomamos una senda, la que recorre la Navilla Larga, siguiendo más o menos paralelos a la pista.

Al final de Navilla Larga un carril sale de la pista dirección a Fuente Moreno, nosotros seguimos la dirección que traíamos , cortando dicho carril por el sendero de herradura que de momento sigue paralelo a la pista. En un momento el sendero llega a la pista para de nuevo alejarse de ella y ascender a un collado. En el collado el sendero desciende al viejo cortijo de Fuente Bermejo, pero nosotros decidimos ascender campo a través hacia el oeste hasta la cima de la Cuerda de los Alcañetes o Lancha de la Huesa.

Una vez en los Alcañetes seguimos hacia el norte por una vereda (posiblemente de ganado) que recorre la cuerda cimera de esta lancha amesetada. El paisaje kárstico que recorremos es realmente espectacular, profundas dolinas, simas, torcales... Pasamos junto a unas curiosas sabinas que han dejado su porte rastrero para convertirse en pequeños arbolitos que parecen bonsáis. A juzgar por lo retorcido de sus gruesos troncos deben de ser bastantes longevas.

Muy cerca de las sabinas y junto a una profunda sima se encuentra un bonito ejemplar de tejo de gran porte.

Seguimos la cima hacia el norte pasando junto a un curioso arco pétreo, hacia el cual nos desviamos para visitarlo y de camino disfrutar de las grandes vistas que desde aquí se obtienen de los Poyos de la Carilarga, la Cabrilla, las Banderillas y el barranco de Valdeazores.

Pasamos junto al Puntal del Tejo, donde curiosamente hay una especie de éste árbol en el interior de una dolina, de donde posiblemente le venga el topónimo ,y ahora hacia el noroeste atravesando pequeñas navillas (de Capazul según algunos mapas) llegamos al “Camino de la Cueva de los Alcañetes” o el “Camino viejo de la Nava de San Pedro a Guadahornillos” (según mapas), a la altura del Calarilla.

Del camino nos salimos al noroeste para como comente anteriormente “investigar” los Poyos del Calarilla y tras lo cual seguimos campo a través hacia el sur para salir de nuevo al camino.

Pasamos junto al “Pino de la Mala Mujer” y el “Pino de los Pastores”, atravesamos la preciosa Nava de Correhuelas o Correvuelas, donde al final de la misma dejamos el camino para seguir hacia el sur unas rodadas de vehículos todoterreno que tras atravesar unas navillas termina en un collado.

A la izquierda del collado vemos los retos de una peguera (La peguera es una construcción de ladrillo (refractario) circular o ligeramente ovalada cubierta con falsas cúpulas y recubierta por su parte externa de barro. En ella se quema resina (restos de miera) mezclada con barrujo y arena .De esta resina obtenían la pez (sustancia resinosa sólida de un color pardo amarillento), que suele ser empleada para cubrir las cubas de vino y estas quedan impermeabilizadas, además se balaustraba las pateras, dándoles estanqueidad a la madera de los barcos y con ayuda del “caldero de la pez” y el hierro de marcar, se marcaba a las ovejas, antes y después de esquilarlas sin hacerles ningún daño y también servía para curar las royas del ganado. También se obtiene una pequeña proporción de resina limpia y alquitrán.) hacia la cual nos dirigimos para tomar el naciente del Barranco Oscuro y descender de forma acusada por su lecho hacia el sur. Lo hacemos campo a través hasta que a mitad del descenso tomamos un jorro maderero muy deteriorado que nos lleva al arroyo Valdecuevas.

Aquí tomamos el camino que hacia el sur y de seguirlo íntegramente nos llevaría a donde estacionamos el vehículo, pero nosotros al poco de pasar el cruce del camino que remonta el arroyo Valdetrillos nos desviamos por una camino de menor consideración y que discurre cerca del lecho del Valdecuevas, pero por su orilla izquierda tras vadearlo.

Atravesamos una nava donde se sitúan las casi invisibles ruinas del cortijo del Rincón (según algunos mapas) y tras pasar la confluencia de Valdecuevas y Valdetrillos formando el arroyo de la Rambla llegamos a la cortijada de los Lucios o Ludios, donde solo resta seguir la senda hacia el sur y que en menos de 1 kilómetro nos lleva a donde estacionamos el vehículo, siendo sus últimos metros comunes al inicio de ruta.

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