Fantástico recorrido que
se desarrolla desde el punto de vista orográfico en la cara oriental
de la Sierra de las Villas, aunque desde el punto de vista
administrativo lo hace casi de forma total en la comarca de la Sierra
de Segura. Ésta ruta es una variante de otra que ya hice en junio
del año 2.013, (con otros compañeros en aquella ocasión), y cuyo
objetivo fue el Alto de Pedro Miguel o Blanquillo. Ahora nuestro
objetivo lo hemos fijado en los Hermanillos (dos cerros al Este del
Blanquillo, muy próximos entre sí y de similar altitud, de ahí su
topónimo), más concretamente el “Hermanillo” de mayor altitud y
más meridional, a 1.785 metros de altitud. Ya hacia tiempo que le
teníamos ganas a éste cerro y sin duda no ha defraudado, ya que las
panorámicas que se obtienen desde su cumbre son soberbias y
espectaculares. Me atrevería a decir que bastante mejores que las de
su vecino el Blanquillo, al menos hacia el interior de éstas
serranías. Otra diferencia notable con la ruta realizada en aquella
ocasión, es la estación del año en que la hemos realizado. Y es
que una misma ruta o muy parecida realizada en distintas estaciones
cambia a veces de forma radical. En aquella ocasión, mes de junio,
es casi plena primavera en éstas altitudes y las flores lo inundan
todo, dando un toque de color a los paisajes. Ahora, mes de marzo,
las nieves siguen azotando las cumbres de estas sierras cuando vienen
temporales. Y nosotros desde los 1.300 metros de altitud y en las
zonas orientadas al Norte pisamos nieve, en algunos ventisqueros con
bastante espesor. Por tanto el paisaje se viste de blanco en ciertas
zonas y el verde intenso comienza a inundar llanos y navas.
La ruta la he calificado
de difícil atendiendo básicamente a criterios de distancia y
desnivel positivo acumulado, que son notables. La ruta a rasgos
generales es cómoda, pues se desarrolla casi de forma íntegra por
veredas, sendas, caminos y pistas. La vereda que asciende por el
arroyo del Zarzalar y la Cañada de Pinar Negro a veces se pierde, se
confunde con otras de ganado o es difícil de seguir, más con nieve,
pero no tiene perdida posible pues remonta éste largo barranco, más
o menos cerca de su cauce, buscando siempre los pasos más cómodos.
El acenso al “Hermanillo” desde el collado de Pinar Negro y el
posterior descenso al collado del Poyo de los Robles y a la pista del
arroyo de los Quemadillos es campo a través con fuertes rampas, pero
tomándolo con calma no reviste demasiadas complicaciones. Para
atravesar la Cerrada de la Hoya o Quemadillos se sigue una tubería y
manguera por una vieja senda muy rota y perdida. Hay tramos de
descenso muy empinados y con piedra suelta, pero siguiendo en todo
momento la manguera nos lleva directamente a la Hoya de Miguel Barba.
La ruta comienza en el
Hotel Mirasierra y Apartamentos el Pinar, en el kilómetro 51 de la
A-319, entre el Centro de Visitantes de la Torre del Vinagre y el
poblado de Coto- Ríos.
De la explanada en la
entrada de dichos apartamentos, seguimos el carril que desde aquí
sale al Oeste. En una bifurcación con otro carril más precario,
nosotros seguimos a la derecha, ahora dirección Norte. En menos de
dos kilómetros termina el carril y continúa una zigzagueante senda
que desciende al arroyo del Zarzalar y al cortijo homónimo, donde
aún vive una familia. Nos encontramos en un paraje de gran belleza,
un estrecho valle repleto de bancales cultivo donde se juntan dos
arroyos separados por la imponente mole pétrea del Castellón. A
pesar de encontrarse éste lugar cerca de la “civilización”, su
mejor acceso es precisamente éste que estamos recorriendo nosotros,
ésta estrecha y empinada senda, por eso parece mentira que aún hoy
siga viviendo gente en éstos aislados cortijos.
Llegamos junto a un
puentecillo para vadear el arroyo y acceder al cortijo. Pero nosotros
seguimos una senda por la orilla natural derecha del arroyo (la
izquierda en el sentido de nuestra marcha) y un poco antes de llegar
a la junta de los arroyos, lo vadeamos hacia unos bancales de olivos.
Buscamos la cerrada del arroyo de la derecha, el que está al Norte y
denominado Arroyo del Zarzalar de Arriba. Enlazamos con la senda que
viene del cortijo y que a través de la cerrada remonta el arroyo
hasta la caseta desde donde se toma agua y se canaliza por una
tubería. Éste tramo es uno poco confuso, pero siguiendo la tubería
llegamos sin problemas a dicha caseta. Un poco antes de llegar a la
caseta entroncamos con lo que parece ser una senda principal. A
partir de ahora si vamos atentos la senda no tiene perdida, a pesar
de introducirse en una densa bojeda.
Llegamos a los bancales
del viejo cortijo del Castellón, cuyas ruinas se sitúan en un
collado próximo a la cima de la mole pétrea así llamada y que
acabamos de bordear por su cara NO. La senda recorre los bancales
cerca del arroyo y lo termina vadeando un poco antes de que éste de
nuevo se encañone. Ahora la senda se torna difusa, aunque se ve muy
claro el paso del ganado y por ahí hacia el Norte ascendemos
acusadamente hacia la Pasá de la Sabina, un paso entre rocas y que
aunque aquí tampoco podemos hablar de una senda como tal, si que al
menos se ve con cierta claridad el camino que toma el ganado en su
transito por éstos lares.
A partir de aquí el
terreno se muestra más amable, hay que remontar una larga cañada
por el borde o incluso por el interior de un pinar de repoblación.
Es la Cañada de Pinar Negro, recorrida por numerosas veredas que van
más o menos cerca del lecho del arroyo. Por aquí se camina bien, da
lo mismo que vereda tomemos siempre que remonte la cañada hacia el
NE. Pasamos por una fuente con tornajos, síntoma de que vamos por el
buen camino y tras atravesar varias navas el pinar se hace más denso
y ya en la cabecera de éstos barrancos la pendiente se torna muy
acusada. Pasamos por un venero con un tornajo medio enterrado y que
pasa desapercibido, es la Fuente de Pinar Negro. Solo queda remontar
una empinada rampa en la misma dirección que traemos para llegar al
collado del Pinar Negro o de la Blanquilla. Estamos justo en medio
del Blanquillo y del Hermanillo al que vamos a ascender, en un paraje
de gran belleza rodeados de viejos y soberbios ejemplares de pino
laricio.
Desde el mismo collado
emprendemos el ascenso al Hermanillo hacia el Este. Al llegar a una
loma, desde donde ya si vemos la cumbre que vamos a coronar, nos
damos cuenta de que atacar a la misma por el Este es casi imposible
por los cortados de esa cara o muy arriesgado con las condiciones de
nieve que presenta. Así que decidimos buscar la cresta escorandonos
al Noreste. Una vez en la cresta, atacar a la cumbre no presenta
ningún problema. Como dije anteriormente, ésta desconocida cumbre
no va a defraudar a quien la corone. Las vastas y soberbias vistas
que obtenemos desde esta privilegiada atalaya nos dejará
boquiabiertos; la práctica totalidad de éste gigante Parque
Natural, la Sierra Alcaraz, Sagra, Sierra de Castril, Sierra Mágina, Sierra
Nevada...
Descendemos por la cresta
hacia el Noreste hasta llegar al collado que separa a los dos
Hermanillos. El descenso hay que tomarlo con calma, pues muy empinado
y con piedra suelta. Una vez en el collado y si nos atrevemos, pues
el terreno es muy escabroso, podemos decender hacia el Sureste hasta
llegar a la pista que recorre la zona que se quemo en el gran
incendio del año 2.005. Nosotros preferimos ser más prudentes y
descender desde el collado del Poyo de los Robles, al que llegamos
dirigiéndonos hacia el Norte y manteniendo más o menos la curva de
nivel. Desde dicho collado, aunque también muy empinado, el descenso
hasta la pista es menos agreste y tenemos la opción de hacerlo de
forma más directa o de suavizarlo en cierta manera escorandonos
hacia el arroyo de los Quemadillos o bien bajo los mismos cortados
del “Hermanillo pequeño”.
Una vez en la pista y muy
cerca de donde ésta vadea el arroyo de los Quemadillos, la tomamos a
la derecha, hacia el Sur. Unos 800 metros más abajo y junto a la
pista hay un charcón, una fuente y unos tornajos. Hacia allí nos
dirigimos pasando unos metros antes de llegar a la fuente con el
cruce con el precario carril que desciende hasta la entrada de la
Cerrada de la Hoya. En éste lugar tenemos dos opciones, o bien
seguimos la pista hasta llegar a la Hoya de Miguel Barba pasando por
la Hoya de los Aserradores, opción ésta, mucho más cómoda, aunque
también más larga y menos emocionante. O bien, tomamos el precario
carril que desciende hasta el arroyo de los Quemadillos a su entrada
en la Cerrada de la Hoya. Nosotros tomamos la segunda, que de forma
relativamente cómoda nos sitúa en el comienzo de la Cerrada, donde
acaba el carril. A partir de aquí se sigue una manguera y una
tubería soterrada a través de la bonita Cerrada de la Hoya. Hay
trazas de un viejo sendero, pero muy roto y perdido. Tendremos que
vadear en varias ocasiones el arroyo de los Quemadillos y descender
de forma acusada algunos tramos. Llegamos a una cornisa que recorre
un pequeño abrigo, por donde pasa la manguera y la tubería y donde
hay que extremar la precaución para no caer al vacío. Finalmente
las conducciones salen de la Cerrada y llegan a unos depósitos en un
lado de la Hoya de Miguel Barba.
La Hoya de Miguel Barba es
un gran llano en cuyo interior se sitúan las ruinas de varios
edificios. Es un paraje de gran belleza, rodeado de agrestes montañas
y como telón de fondo de una bellísima postal, la imagen de las
imponentes Banderillas. Toca emprender la parte más “tediosa y
aburrida” del recorrido: descender unos 4 kilómetros por la pista
forestal hasta la carretera A-319, a la altura de La Golondrina y
desde aquí, seguimos dicha carretera a la derecha, para en algo más
de 2,5 kilómetros llegar al punto de inicio de la ruta, pasando
antes por el cruce de Coto- Ríos y el carril que sale hacia las
famosas “pozas” del arroyo Zarzalar.
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Comenzamos nuestra andadura junto al Hotel Mirasierra y los Apartamentos el Pinar. |
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Pequeña zona recreativa en el lugar donde estacionamos el vehículo. |
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Comenzamos a caminar con las brumas levantando en los barrancos. |
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Tomamos la senda que desciende al Cortijo del Zarzalar. |
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Puente que vadea el arroyo Zarzalar y da acceso al cortijo. |
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Pero nosotros seguimos por la misma orilla hasta llegar a éste punto... |
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...donde ya si lo vadeamos buscando unos bancales de olivos. |
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Puente el el Zarzalar de Arriba y que da acceso a un aprisco. No lo cruzamos. |
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Nos introducimos en la cerrada... |
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...siguiendo la tubería. |
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Vista del Castellón al salir de la cerrada. |
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Bancales del Castellón. |
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Cascada en el arroyo Zarzalar de Arriba. |
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Tomamos altura y ganamos vistas. Restos del cortijo del Castellón y sus bancales. Al fondo Peña Corba o Corvá. |
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Navas al salir de la Pasá de la Sabina. |
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Peña Corba y el Pardal, míticas cumbres Villanas. |
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Ascendiendo por la Cañada de Pinar Negro. |
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Comenzamos a pisar nieve de forma continua. |
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Cañada de Pinar Negro. |
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Una fuente con tornajos indica que vamos por el buen camino. |
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Blanquillo desde el collado de Pinar Negro. |
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Desde el collado comenzamos a ascender hacia el Hermanillo. |
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Collado de Pinar Negro y el Alto de Pedro Miguel o Blanquillo. |
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Un grupo de águilas reales nos sobrevoló un rato. |
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Tras ascender a una primera loma damos vistas a la cumbre del Hermanillo. Decidimos no atacar esta escarpada cara y más aún con nieve. Nos vamos hacia la izquierda en busca de la cresta por un terreno más amable. |
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Ascendiendo a la cresta vamos tomando un aperitivo de las vistas que nos esperan. |
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La Sagra al fondo. |
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La vasta Sierra de Segura con el Almorchón totalmente vestido de blanco. Embalse del Tranco y pista forestal a la que descenderemos después. |
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El Almorchón destaca con su nívea capa. |
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Junto con el Blanquillo y los Hermanillos, las más altas cumbres Villanas: Caballo Torraso, Hoyacillo, Cubo, Morrón de los 4 Términos, Piedras Morenas... |
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El rey de las Villas, el Pedro Miguel o Blanquillo, que con sus 1.830 metros de altitud es el techo de esta Sierra. |
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Cabecera del Aguascebas Grande. Poyo de los Robles. |
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Arista cimera del Hermanillo. |
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Juan Antonio con los picos que forman la cabecera del Aguascebas Grande de fondo. De izquierda a derecha: Caballo Torraso, Hoyacillo, Cubo, Collado del Pocico y Morro de los 4 Términos. |
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Miguel en la cima del Hermanillo con las Sierras del Pozo, Agrios y Cazorla de fondo. Más al fondo casi invisible Sierra Nevada. |
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A la izquierda el Cabañas, en el centro la Loma de Cagasebo y a la derecha los Agrios. De fondo Sierra Nevada. |
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Los altos de la Sierra de Segura con la Sagra de fondo. Se aprecia el Castellón de los Toros, la parte septentrional de las Banderillas, el Pinar del Risco, Calar de las Palomas.... |
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La Cañada de Pinar Negro, por donde hemos ascendido hasta el collado homónimo. La Morra de los Cerezos en el centro derecha y a su izquierda el Cerro de la Nava de Domingo Viejo, Piedra de los Desesperados, Peña Corba, Pardal , Peñas Rubias...Al fondo derecha Sierra Mágina y fondo izquierda Sierra de Cazorla. |
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En la cima del Hermanillo. Foto de mi amigo Juan Antonio. |
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Descendemos al collado de los Hermanillos. |
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El Hermanillo menor. |
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Collado de los Hermanillos. |
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El menor de los Hermanillos desde el collado que los separa. |
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El Blanquillo. |
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El Hermanillo mayor. |
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Camino del collado del Poyo de los Robles. |
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Juan Antonio disfrutando como un niño de la nieve. |
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El Blanquillo desde el collado del Poyo de los Robles. |
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Collado del Poyo de los Robles y la agreste cara septentrional del Hermanillo chico. |
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Desoladora estampa de éstas laderas a pesar de haber transcurrido ya casi 12 años del brutal incendio de 2.005. |
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A pesar de todo estas montañas nos muestran una belleza abrumadora. |
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Descendemos cerca del barranco... |
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...y con las Banderillas de fondo. |
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Llegamos a la pista forestal... |
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...y por primera vez hoy vemos a los dos Hermanillos juntos. |
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Nos acercamos al charcón... |
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...y la fuente que hay junto a la pista camino de la Hoya de los Aserradores. |
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Pero nos salimos de la pista por un precario carril... |
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...que desciende junto al lecho del arroyo de los Quemadillos... |
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...justo antes de que éste entre... |
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...en la Cerrada de la Hoya o de los Quemadillos. |
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La preciosa Cerrada de la Hoya. |
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En alguna partes la senda está muy rota y el descenso es acusado. |
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Hay que llegar a esa cornisa por donde va la tubería soterrada y la manguera y atravesarla. |
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En la cornisa. |
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Miguel y Juan Antonio entrando en la cornisa de la Cerrada de la Hoya. |
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Saliendo de la cerrada obtenemos una imponente visión de las Banderillas. |
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De la Cerrada salimos directamente a la Hoya de Miguel Barba. |
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Idílico y bucólico paraje. |
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Miguel y Juan Antonio en la Hoya de Miguel Barba. |
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El edificio mejor conservado de los que se encuentran en la Hoya de Miguel Barba. Parece ser que se utilizó como granero o almacén. |
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Era de la Hoya de Miguel Barba. |
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Piedra del Mulón, Castellón de los Toros y Banderillas. |
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Valle del Guadalquivir y Banderillas. |
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Banderillas y a su derecha el Calarejo de los Villares. |
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Coto- Ríos. |
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Llegamos a la carretera a la altura de La Golondrina. |
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