Por segunda semana
consecutiva nos dejamos caer por la fabulosa Sierra de las Cuatro
Villas, la más desconocida del Parque Natural de Cazorla , Segura y
las Villas. Es una ruta en la que quisimos investigar alunas zonas de
esta porción Villana que creíamos era bien conocida por nosotros.
Pero no podíamos estar más equivocados y es que las Villas no deja
de sorprendernos. Algunas cosas nos salieron redondas, otras no tanto
y que ahora detallaré. Como conclusión, una magnífica jornada de
montaña que en definitiva es de lo que se trata, de disfrutar de lo
que más nos gusta.
Comenzamos el recorrido en
el bar restaurante La Traviesa, entre los kilómetros 27 y 28 de la
conocida como carretera transversal de la Sierra de la Villas.
Caminamos por el carril,
en bastante mal estado, que hacia el suroeste remonta el barranco
junto a bancales de cultivo hasta llegar al cercano collado del Raso.
Cerca de aquí y casi oculto por unas rocas se encuentran las ruinas
del cortijo del Raso de la Escalera. Nos salimos del collado hacia
el sureste primero, este después, en busca de la Escalera de la
Traviesa (con el nombre de “escaleras” llaman los serranos a los
pasos naturales entre grandes cortados por los que trazaban sus
sendas para ir de unos lugares a otros sin dar grandes rodeos). Nos
introducimos en un denso pinar y más tarde entre un tupido bojedal
hasta que dimos con lo que parece que fue la senda. El caso es que la
seguimos hacia noreste y nos llevó de forma inequívoca hasta la
base de los cortados, donde efectivamente hay puntos débiles por
donde atacarla. Pero ¿por donde va la senda?, nosotros no vimos
rastros evidentes de ella, así que por el primer canutillo que vimos
a nuestra derecha atravesamos éstos poyos y salimos a una zona llana
de lapiaz , dolinas y pinos dispersos. La pista la tenemos muy cerca,
solo tenemos que caminar un tramo de lapiaz hacia el sureste para
llegar a ella.
Seguimos caminando por la
pista (camino de la Cañada del Avellano) hacia el sur durante
aproximadamente 1,5 kilómetros, para tras unas cerradas curvas
salirnos por la derecha , siguiendo una senda que al principio no se
ve muy clara pero que solo unos metros más abajo se encuentra
perfectamente delimitada.
La senda desciende hacia
el sur por un barranco que tributa al Aguascebas de la Fuente del
Tejo hasta que llega a una puerta en un cercado. Hemos llegado al
cortijo de las Huelgas, donde salieron a recibirnos unos chicos que
viven allí. Tras hablar un rato con ellos y bastante asombrados con
nuestra presencia, pues el lugar se encuentra en un paraje de
impresionante belleza pero muy recóndito, nos invitaron amablemente
a pasar por su propiedad e indicarnos la dirección al cortijo de los
Chortales, a donde nos dirigimos a continuación.
Por el cortijo de las
Huelgas pasa el arroyo Aguascebas de la Fuente del Tejo, que se
precipita unos metros más adelante en forma de cascada para salvar
los impresionantes cortados que flanquean esta zona y busca después
el Prao los Chopos, por donde pasaremos a nuestro regreso.
Tras salir del vallado del
cortijo de las Huelgas lo más fácil para llegar al collado de los
Chortales es ascender por la cañada que tenemos al suroeste, pero
nosotros decidimos ir más cerca del filo de los cortados que hay más
a la derecha. Este ascenso no es nada complicado, a pesar de ser
campo a través. Solo hay que buscar los pasos más fáciles entre
los afloramientos rocosos. Disfrutamos de las magníficas panorámicas
que vamos teniendo, sobretodo de la cascada del Aguascebas de la
Fuente del Tejo y de las navas del Prao los Chopos.
Desde el collado
descendemos cómodamente por los viejos bancales de cultivo hasta
llegar al cortijo de los Chortales. Este es otro paradisíaco paraje,
que ya conocemos de sobra, pues por aquí pasa la senda que hacia el
sureste lleva a la Cañada del Avellano y hacia el noroeste al Prao
los Chopos por la fabulosa Escalera de Faustino. Pero nosotros vamos
hacia el suroeste, por una vereda que remonta el barranco que nace
en el collado de la Morra o del Cerro del Avellano.
Una vez en el collado
emprendemos la coronación del muy cercano Cerro del Avellano o Morra
de Chorrogil (1.525 m). Para ello ascendemos hacia el sur hasta
llegar a sus contrafuertes pétreos, bordeandolos por su cara este,
donde es mucho más fácil llegar a la cima. Desde éste pico
obtenemos unas vistas prodigiosas, sobretodo de gran parte de este
Parque Natural y de la Loma, destacando las localidades de
Villacarrillo e Iznatoraf . Pero la visión más sobrecogedora que
nos regala esta cumbre es la estampa del precioso embalse de
Aguascebas a vista de pájaro con los macizos de Vilchetes y
Navazalto como telón de fondo.
Descendemos por el mismo
lugar a los contrafuertes y esta vez los bordeamos por su cara oeste,
buscando la cueva de la Morra. Seguimos unos 500 metros hacia el sur
por la cresta, pero nuestra búsqueda fue infructuosa. Creemos que
estuvimos bastante cerca, pero al parecer cae un poco más al oeste
de donde nos dimos la vuelta. Otra vez será.
Regresamos de nuevo al
collado del Cerro del Avellano y desde aquí seguimos unos metros
hacia el norte hasta llegar a un llano, en realidad una dolina. En un
extremo de la dolina hay una gran sima, la sima de la Morra. En el
lado oeste de la dolina y junto a los afloramientos rocosos comienza
el descenso por la Escalera de la Morra. Hitos de piedras nos van
marcando el camino correcto en momentos de indecisión, aunque
conforme vamos descendiendo y metiendonos bajo los cortados ,la
antigua senda y lo que queda de sus refuerzos de mampostería ,se va
viendo de forma mucho más clara, zigzagueando hasta meterse en el
pinar.
A nuestra derecha la senda
lleva hasta el cortijo de la Carambilla, pero nosotros la seguimos
hacia el suroeste. La senda se pierde o la perdimos nosotros, el caso
es que seguimos campo a través por donde menos dificultades
encontramos, intentando seguir zonas más abiertas que parecen viejos
bancales de cultivo. Salimos a una senda, ésta muy definida y clara
que seguimos a la derecha, hacia el norte.
Tras caminar unos 400
metros por esta senda llegamos a un claro, donde a nuestra derecha
sale una vereda, la cual tomamos. En este punto hay que decir que o
bien nosotros no supimos seguir dicha vereda o bien que esta muy
perdida o inexistente, por lo que nos enmatojamos de lo lindo y
aquello había momentos que era más parecido estar en una selva
tropical que en un pinar. Finalmente optamos por descender al arroyo
del Aguascebas de la Fuente del Tejo, pensando que junto a las aguas
del arroyo podría ir alguna vereda más transitable o a las malas
cambiarnos a la ladera de la solana, donde el pinar tiene menos
sotobosque y se podría caminar mejor.
Por tanto yo recomiendo
seguir la senda, la bien definida claro está, que en pocos metros
termina en la pista que bordea el embalse de Aguascebas, entre la
cascada de Chorrogil y la Pasá del Maguillo. Seguimos la pista a la
derecha , hacia el noreste hasta llegar al paraje de la Pasá del
Maguillo y allí remontar el arroyo del Aguascebas de la Fuente del
Tejo.
Para nuestra sorpresa y
regocijo junto a dicho arroyo va una vereda muy clara y bien definida
y que se nota que tiene transito constante, al menos de ganado.
Vadeamos el arroyo de los Chortales y unos metros después el de la
Fuente del Tejo, para tras un acusado ascenso llega a una pista casi
a la altura del cortijo del Prao Los Chopos.
Seguimos la pista a la
izquierda, hacia el norte. Llegamos a una bifurcación de pistas
junto al cortijo de Juan Nuñez y tomamos la de la derecha, que en
pocos metros nos lleva al cortijo de las Castañetas (casa rural al
parecer), en el paraje también llamado de la Pasá de los Chopos.
Unos metros antes de llegar a la misma puerta del cortijo nos salimos
de la pista a la izquierda por una vereda que remonta uno de los dos
arroyos que se unen junto a este cortijo. El otro arroyo, el que va
más a la derecha, es el del Raso y otra opción sería remontarlo
hasta el collado del Raso pasando antes por el cortijo de Pablo.
Pero nosotros seguimos el
de la izquierda, que nos lleva hasta el cortijo Majá de la Carrasca.
Salimos a una pista, la cual seguimos a la derecha, hacia el noreste.
Tras alguna curvas en fuerte ascenso salimos a una zona más abierta
donde ya vemos el collado del Raso y los trancos de la Lancha de la
Escalera. Llegamos a una bifurcación de carriles, el de la derecha
lleva al cortijo de Pablo y el de la izquierda, en peor estado, el
cual tomamos lleva al collado del Raso.
Solo resta para concluir
el presente recorrido seguir el carril que desde el collado lleva
hacia el noreste hasta La Traviesa y que es tramo común al que
hicimos a la ida.
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Comenzamos a caminar en La Traviesa... |
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...remontando viejos bancales en el barranco de la Traviesa. |
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Desde el collado del Raso de la Escalera, el cual vemos abajo, ascendemos por la Escalera de la Traviesa. |
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La niebla, algo inusual en la época del año en la que estamos, nos envuelve. |
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La escalera busca el punto débil en los cortados del Poyo de los Robles. |
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Ya en lo alto del Poyo de los Robles, llegamos a una zona llana de lapiaz en la Lancha de la Escalera. |
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Desde la pista que lleva a los llanos de Jabalcaballo, llamado camino de la Cañada del Avellano, obtenemos entre la niebla fabulosas vistas de esta porción Villana, destacando el bonito embalse de Aguascebas. |
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Pronto comenzamos a descender... |
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...por la preciosa senda... |
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...bien delimitada... |
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...que lleva al cortijo de las Huelgas, a la orilla del Aguascebas de la Fuente del Tejo. |
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Puerta en el vallado que rodea al cortijo de las Huelgas. Toca rodear dicho vallado, aunque a nosotros sus dueños nos dejaron pasar por allí. |
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De camino a los Chortales caminamos por el filo de los poyos ,obteniendo así fabulosas estampas... |
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...del pequeño y bellísimo valle donde se asienta el cortijo de las Huelgas,... |
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...de la cascada que forma el arroyo del Aguascebas de la Fuente del Tejo para salvar el poyo,... |
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...y del Prao los Chopos. |
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Impresionante y paradisíaco paraje el de las Huelgas. |
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Cascada del Aguascebas de la Fuente del Tejo. |
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Llegamos al collado de los Chortales con la prominente Morra de Chorrogil de fondo. |
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Llegamos a otro prodigioso paraje Villano, el del cortijo de los Chortales. |
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Aquí se juntan varios arroyos, convirtiendo este llano en lo que muy propiamente dice su topónimo, un chortal (zona encharcada). |
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Acequia para regar las huelgas y el desagüe natural de toda esta agua en la Escalera Romana o de Faustino. |
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Cortijo de los Chortales. |
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Tras ascender por un barranco llegamos al collado de la Morra, ya muy cerca de la cumbre de la Morra de Chorrogil o Cerro del Avellano. |
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Ascendemos para coronar la Morra y las panorámicas comienzan a ser grandiosas. |
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La Sierra de Cazorla desde la Morra de Chorrogil. |
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Macizo de Navazalto con Villacarrillo e Iznatoraf de fondo. |
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El embalse de Aguascebas. |
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Navazalto y el Torafe de fondo. |
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Cortijo de las Pepas y justo detrás de él la brecha por donde se despeña el Aguascebas de Chorrogil por la impresionante cascada homónima. |
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Cortijo del Tranco del Acebo. |
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Peña Corvá, el Pardal y lejanas al fondo las Banderillas, en la Sierra de Segura. |
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Las altas cumbres Villanas al fondo: Morra de los Cerezos, Pedro Miguel o Blanquillo, Torraso... |
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Collado y cortijo de los Chortales. |
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Miguel con un fondo de ensueño. |
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Por esta zona buscamos la cueva de la Morra y estuvimos rondando cerca de ella, pero no la encontramos. En otro escarceo por la zona lo seguiremos intentando. |
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Valle del Aguascebas de Chorrogil, tienda tipi, los Palancares, Pez de Trigo... |
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Tras regresar al collado de la Morra vamos a la dolina donde se sitúa la sima de la Morra. |
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En un lado de la dolina comienza el descenso... |
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...por la fabulosa Escalera de la Morra. |
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Miguel disfruta de estos viejos pasos serranos que tanto le gustan. |
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Lástima que de su zigzagueante trazado con muros de mampostería quede tan poco. |
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Tras un periplo un tanto incierto... |
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...salimos a una marcada y evidente senda. |
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Tras deambular por una zona de vegetación muy densa e incómoda decidimos descender a la orilla del Aguascebas de la Fuente del Tejo, donde para nuestra sorpresa lo remonta una preciosa senda. |
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La vereda pasa por algunos prados, viejos bancales de cultivo quizá. |
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Vadeamos el Aguascebas de la Fuente del Tejo... |
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...en una preciosa zona... |
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...con saltos de agua... |
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...y alejarnos después de su cauce, remontar un barranco... |
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...que nos llevará a una pista, a la altura del cortijo del Prao los Chopos. |
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Valle del Aguascebas de la Fuente del Tejo, por donde hemos llegado hasta aquí. |
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Las Huelgas y la cascada del arroyo Aguascebas de la Fuente del Tejo... |
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...desde el Prao los Chopos. |
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El Prao los Chopos |
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Cortijo en el collado de la Cruz de Juan Núñez. |
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Las Castañetas. |
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Bellos paisajes Villanos, los grandes desconocidos de este Parque Natural. |
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Entre floridos prados vamos camino de la Majá de la Carrasca. |
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En la Majá de la Carrasca con un fondo de incomparable belleza, trancos, prados , bosques y la Morra de Chorrogil al fondo. |
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Cortijo de la Majá de la Carrasca. |
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En la zona del nuevo cortijo del Raso de la Escalera o del pastor Pablo. La Escalera del Raso busca su paso entre el Poyo de los Robles y el de la Juliana. |
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Llegando al collado del Raso. |
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La Lancha de la Cigarra y el Poyo de los Robles desde el collado del Raso. |
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Por esa zona debe andar la Escalera de la Traviesa. |
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Y de nuevo por el mismo camino llegamos a la Traviesa. |
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