domingo, 15 de febrero de 2015

NAVACHICA, PIEDRA SILLADA Y SALTO DEL CABALLO DESDE LA RESINERA (SIERRA ALMIJARA) 14-02-2015


Una vez más seguimos los pasos de Pedro J Castro, al que agradecemos tanto su track como las completas y útiles explicaciones y crónicas a las que nos tiene acostumbrados. Y como bien dice él, ésta ruta es una sensacional y dura odisea por las ariscas y vertiginosas montañas almijáricas (28 km y 1.500 m de desnivel acumulado positivo), más si cabe con las condiciones meteorológicas adversas que nos hemos encontrado: una fina lluvia durante las primeras horas, niebla, frío y fuerte viento que hacia que la sensación térmica fuera realmente baja. Pero por suerte la madre Gaia quiso hacernos un regalo, nos abrió una ventana para que pudiéramos recrear nuestras retinas con éste paraíso a caballo entre las provincias de Granada y Málaga. La montaña ya sabemos que es un medio muy cambiante y hostil para los humanos, no siempre vamos a encontrar las condiciones ideales para poder deleitarnos como quisiéramos y hay que saber disfrutar de ella con las debidas precauciones, así como también retirase cuando se estime oportuno. De ésta forma nosotros no pudimos salvar los últimos metros para coronar Piedra Sillada debido a las placas de hielo que había en su cara Norte , la única accesible sin medios materiales técnicos. Tampoco pudimos regocijarnos de las inmensas vistas del Navachica (pico más elevado de la Almijara) debido a la niebla. Por eso tenemos motivos más que de sobra para regresar a éstas montañas que han secuestrado nuestras almas de montañeros.
Gracias a Manu, Pepe y Perico por su compañerismo, determinación y constancia. Y como siempre ,echamos mucho de menos al resto del grupo, estamos deseando que las pasen canutas con nosotros. 

El punto de inicio de ésta ruta lo situamos en el Puente Cambril, a unos 5 kilómetros de la Resinera de Fornes, en la pista que desde ésta se interna en la sierra junto al río Cacín , justo donde una cadena corta a ésta para evitar el paso de vehículos y donde el barranco Cambril vierte sus aguas al Arroyo de la Venta formando a partir de éste punto el río Cacín. El vehículo lo estacionamos en un ensanche de la pista. La antigua resinera es un lugar emblemático donde actualmente se ubica un punto de información del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. 
Texto de la Ventana del Visitante de los Espacios Naturales de Andalucía sobre la Resinera:
“La Resinera es un lugar emblemático de la sierra Almijara, situada en una intrincada ruta histórica entre Granada y Málaga, llena de misterios y leyendas. Aquí se estableció una industria que durante la mayor parte del siglo XX marcó el devenir de la comarca.  Tras conocer lo que queda de la Fábrica Unión Resinera Española y lo que fue en su tiempo, con ayuda del punto de información allí instalado que le permitirá conocer cómo se industrializa el aprovechamiento natural del pino, el sendero nos conducirá por caudalosos ríos y caminos forestales hasta un espléndido mirador natural, que domina un amplio espacio de la provincia de Granada, desde donde se divida el pueblo de Fornes y el embalse de Los Bermejales. La industria de la resina tuvo su gran apogeo a principios del siglo XX, para derrumbarse seis décadas después. En 1960 había 85 fábricas resineras en toda España. En 1972 estaban activas sólo tres, para quedar al poco solo una, en Segovia. La de Fornes empezó en 1902 y a principios de los setenta daba sus últimas boqueadas. El gran incendio forestal de 1975 fue su puntilla. En sus mejores momentos la fábrica, perteneciente a la Unión Resinera Española, podía dar empleo, directo o indirecto, a varios cientos de personas, formándose un poblado junto a ella, con escuela e iglesia. Decenas de resineros pasaban largas temporadas en el monte resinando los pinos, extrayendo la materia prima de la que se obtenía trementina o miera, y de ella colofonia y aguarrás, y de éstas otros muchos productos derivados con numerosas aplicaciones industriales (disolventes, jabones, pinturas, farmacia¿).de los setenta daba sus últimas boqueadas. El gran incendio forestal de 1975 fue su puntilla.”
Un punto por el que pasamos en ésta ruta y que tiene reminiscencias históricas recientes y vinculado a la industria resinera ,son las casas de la Monticana: 
 “La historia de las casetas de la Monticana se remonta al aprovechamiento de la resina en los años cincuenta del pasado siglo XX, de la cual se obtenían dos productos principales: la colofonia y el aguarrás, la empresa dedicada a la explotación de la resina, la LUR.E, o sea La Unión Resinera Española, llevó a cabo un proyecto de construcción de casas para los resineros, estos trabajaban en su recolección a partir de los meses de marzo, cuando comenzaban las labores de la preparación de los pinos para obtener de ellos la resina y se terminaba la recolección en Octubre, durante estos meses los resineros vivían en la sierra, con sus familias, esta casetas se construyeron para sustituir unas antiguas chozas donde estos vivían, se construían todas iguales, y en diferentes zona estratégicas para el laboreo de la resina. En la Monticana era donde más casetas había, aquí los resineros tenían seis casas y una algo más grande al final del “barrio”, que les serbia de almacén y de cuadra para las bestias de la arriería dedicada al transporte de cantaros hasta el cargadero del camión o hasta la mismísima fabrica.  El resinero y su familia tenían además de este alojamiento una parcela para huerto familiar para su subsistencia. También estas casas servían para vivienda de otras personas relacionadas con la empresa resinera y la gestión del monte como los guardas de la URE cuya misión era guardar y custodiar todo lo relacionado con los aprovechamientos del monte para la obtención de la resina.” 
Texto extraído de Alhama Comunicación (http://alhama.com/digital/). 

Comenzamos a caminar por la pista y nada más pasar la cadena que corta el paso a vehículos no autorizados, tomamos a la izquierda un camino de mucha menor entidad y que nos lleva al arroyo Cambril. Pasamos junto a un dique y el camino coincide durante unos metros con el mismo lecho del arroyo, ésto en épocas de copiosas lluvias puede suponer un problema. Llegamos a la confluencia del barranco de la Madera con el Cambril, donde se sitúa una caseta, (de los trabajadores resineros supongo) y nosotros seguimos el camino junto al Cambril, hacia el Sur.
Un poco más adelante el camino abandona definitivamente la orilla del arroyo, aunque durante un buen rato iremos sobre el mismo . Ascendemos hacia el Este y salimos a una pista, que tomamos a la derecha, al Sur. Estamos inmersos en la niebla y bajo una fina y pertinaz llovizna que por desgracia no deja que disfrutemos de la belleza de éstos profundos barrancos. La pista acaba y tomamos un sendero que sale al NE y que luego va tomando dirección Este. Éste sendero es una maravilla y atraviesa una zona espectacular de arenales dolomíticos , cruzando hendidos y erosionados barrancos cuyas laderas están cubiertas de pinos. Descendemos a un llano hasta donde llega un camino (que hacia el Norte lleva al Cortijo de Masajate), pero nosotros seguimos manteniendo una dirección más o menos éste y ascendemos por un sendero que está bastante tapado por matorrales y cuesta seguirlo, pero si vamos atentos se intuye. Enfrente tenemos un cerro que lo bordeamos hacia el SE en busca de un collado. Al llegar al mismo salimos a un cortafuegos, el cual seguimos hacia el Sur, por lo alto de una loma que sirve de divisoria de los barrancos del Cambril y Cebollón. Tras caminar durante 1 kilómetro aproximadamente por el cortafuegos llegamos a una pista que corta al mismo.
Hacia la derecha iríamos al Collado de la Carne y el Cortijo de Ubares , por donde pasaremos a la tarde. Pero ahora tomamos a la izquierda, hacia el SE, que en algo menos de 2 kilómetros nos lleva hacia el maravilloso enclave de las Casas de la Monticana. Tras recrearnos y descansar un rato en éste lugar emprendemos la marcha, para lo que retrocedemos unos metros sobre nuestros pasos hasta llegar a la curva donde hacia el Sur sale un camino. Tomamos el mismo ,que nos lleva hasta el cauce del Arroyo Sin Salida o Monticana, lo cruzamos y tomamos el sendero que en fuerte ascenso y zigzagueando hacia el Sur nos lleva a la Loma del Gallego y al collado homónimo. Pero antes pasaremos por el collado de la Monticana, bifurcación de senderos, tomando nosotros el de la derecha, ascendente y hacia el Sur (el otro nos llevaría al cortijo de Cabañeros).
En el collado del Gallego hay una bifurcación de senderos, el que nos lleva al Puerto de la Ventosilla y Navachica y el que tomaremos cuando regresemos a éste punto y que nos llevara al collado de Piedra Sillada. Así que si vamos mal de fuerzas, el tiempo no acompaña o cualquier otro motivo, es el momento de iniciar el regreso, ya que el ascenso al Navachica desde aquí es de ida y vuelta y suponen más de 2,5 kilómetros de duro ascenso (casi 5,5 km ida y vuelta).
Nosotros a pesar de tenerlo casi todo en contra para continuar ,decidimos hacerlo. Tomamos el sendero que hacia el Sur nos lleva al cercano Puerto de la Ventosilla. El sendero ha desaparecido al atravesar un par de barrancos, la fuerza del agua lo ha destrozado. Hay que tener cuidado al atravesarlos, la zona es muy pendiente y escurridiza, sobre todo con hielo o cuando baje agua por esos barrancos. Hay unos troncos, parece que puestos para hacer de puentes, pero son muy poco fiables y peligrosos. Desde el Puerto de la Ventosilla ,ahora ya sin sendero hacia el SE ascendemos por una zona muy pedregosa pero no excesivamente dificultosa por la cuerda del Navachica. Hay hitos de piedras que nos indicaran el mejor camino de ascenso. Pasamos por el paraje del Lastonar y yendo casi todo el tiempo por la misma cresta de la cuerda llegamos al vértice geodésico del Navachica , que con sus 1.835 metros de altitud es la mayor elevación de la Sierra Almijara. Inmersos en la niebla y con rachas de viento que muy probablemente superaran los 80 km/h ,haciendo que la sensación térmica fuera muy baja ,nuestra estancia en éste lugar fue la justa para hacernos la foto de rigor en el vértice y emprender un apresurado descenso.
Pasando de nuevo por el Lastonar, el día fue abriendo y como un precioso regalo de la Naturaleza, que no quería que nos fuéramos con un mal sabor de boca de aquí, se nos mostraban amplias y magníficas panorámicas: a nuestros pies el vertiginoso barranco del Chíllar que nos lleva a la Costa del Sol custodiado por altos y verticales cortados y montañas, enfrente tenemos al Cisne, Lucero ,la Cadena, Piedra Sillada, Salto del Caballo, a nuestra derecha al formidable y piramidal cerro Cabañeros. Y no vemos más en la lejanía, pues las nubes aún cubrían los horizontes.
Regresamos al collado del Gallego por el mismo lugar. Una vez en él, tomamos el sendero hacia el Oeste y que va ascendiendo por la ladera Norte de las Lomas de la Ventosilla hasta llegar al collado de Piedra Sillada. Pasamos varios barrancos que han hecho desaparecer el sendero y donde hay que extremar el cuidado para pasarlos. También pasamos por Fuente fría, buen lugar para reponer el liquido elemento. Antes de llegar al collado de Piedra Sillada pasamos por otro que nos abre unas vistas espectaculares de Frigiliana, Nerja, el Mar Mediterráneo y de los impresionantes Tajos del Sol y del Almendrón. Una vez llegamos al collado de Piedra Sillada, decidimos no emprender el ascenso de los últimos metros que nos separan de la cima del cerro homónimo (1.678 m), fortaleza casi inexpugnable, salvo por su cara NO, al estar ésta cubierta de placas de hielo. 
Nos dirigimos ahora sin sendero ,hacia el Norte ,pero de forma bastante cómoda hasta la caseta de vigilantes del Salto del Caballo (1.642 m) , caminando por el borde de los cortados de su ladera Oeste. Las vistas de éste cerro son también impresionantes, ya no vemos la costa, pero si el interior del Parque, la campiña, la vega y si el día hubiera estado despejado de gran parte de las Sierras de Granada, Jaén y Málaga.
Descendemos por sendero hacia el Este , NE, de forma muy cómoda hasta llegar a donde termina una pista forestal. A partir de ahora nos queda la parte más tediosa para los montañeros, casi 10 kilómetros de pista forestal , aunque hay que decir que deleitados con la espectacularidad de los paisajes, los profundos barrancos y las ariscas y altas montañas, éste periplo se hace ameno y rápido. Seguimos ésta pista hacia el Norte para llegar al Collado de la Carne. Aquí tomamos la pista de la izquierda , hacia el Oeste. Estamos bordeando el Barranco de la Carne; obviamos dos carriles que salen a nuestra derecha y pasamos junto a las ruinas del Cortijo Ubares. Descendemos zigzagueando hasta cruzar el barranco de las Tejadillas Oscuras y ahora la pista toma dirección Oeste sobre el barranco de Ubares. Atravesamos el barranco de las Cuevas o de las Tejadillas Claras y salimos a otra pista. Éste cruce está señalizado, hacia la izquierda iríamos al Puerto de Frigiliana y nosotros tomamos a la derecha, hacia la Resinera. Hacia el Norte descendemos hasta cruzar el cauce del Arroyo de la Venta, el cual vadearemos en varias ocasiones.
En unos 3 kilómetros por esta pista hacia el Norte llegamos al punto de partida de ésta ruta , pasando antes por la caseta de Cuesta Parda, la fuente del Agujerillo Caliente y la Pantaneta del Haza del Moral, acompañando en todo momento al arroyo de la Venta. 















Comenzamos a caminar en Puente Cambril, junto al arroyo de la Venta.....

....al que abandonamos  casi de forma inmediata para remontar el barranco Cambril. Pasamos junto a una caseta de trabajadores resineros, justo donde el barranco de la Madera tributa al Cambril.

El carril por el que caminamos transcurre durante unos metros por el mismo lecho del arroyo.

Pepe ante el barranco de la Madera.

Remontando el Cambril.

Preciosa zona de arenales dolomíticos.....

.....con profundos y erosionados barrancos.

El sendero es una maravilla.


Lástima que la meteorología no quisiera acompañarnos durante las primeras horas.


Cerro del Duende, llegando a las....

....Casas de la Monticana....

...ubicadas en un entorno precioso.

Fuente con tornajo en la Monticana.

Perico posa ante el barranco Sin Salida o Monticana, en el ascenso al collado del Gallego.

Pepe, Manu y Perico tomando un respiro en el Puerto de la Ventosilla, dispuestos a atacar al Navachica a pesar de la niebla.

La nieve hace también acto de presencia, dificultando aún más nuestra particular odisea.

Entre la niebla vemos el vértice geodésico.

Manu celebra la llegada al Navachica......

...pero el fuerte viento y el intenso frío hacen que apresuremos el descenso.

Y descendiendo las condiciones meteorológicas empiezan a mejorar ostensiblemente.

Navachica.

Altos de la Mina, valle del Chíllar y la Costa del Sol.


Descendiendo al Puerto de la Ventosilla.

El Cerro Cabañeros, tercera elevación de la Almijara, aún encapotado.

Pepe ante el Navachica.

Altos de la Mina.

Manu y Perico ante el Cisne.

La Cadena, Piedra Sillada, el Lucero y la Sierra Tejeda tapada por las nubes.

Piedra Sillada, Lomas de la Ventosilla y Salto del Caballo.

El Lucero tras la Cadena.


El barranco del Chíllar, encrespadas cumbres almijáricas  y la Costa del Sol.

El Puerto de la Ventosilla, al fondo Cisne, la Cadena, Lucero, Piedra Sillada y Salto del Caballo.

Al fondo el embalse de los Bermejales.

Llegando al Puerto de la Ventosilla.

El Cerro Cabañeros desde el Puerto de la Ventosilla.


Frigiliana y el mar Mediterráneo.

Algunos de los barrancos que hay que atravesar y que han destrozado el sendero. Hay que tener cuidado pues el hielo y la roca mojada pueden hacer que resbalemos.

Acercandonos a Piedra Sillada.



Próximos al collado de Piedra Sillada se nos abren de nuevo vistas al mar....

.....y a los impresionantes Tajos del Sol y del Almendrón.


Lomas de la Ventosilla y el Cabañeros.

Valle del Cebollón.

Llegando al Salto del Caballo....

....tras desistir de subir a Piedra Sillada.

Increíble y abrupta topografía almijárica.

Perico empoyetado  bajo la cumbre del Salto del Caballo.

Los rayos del sol iluminan la carretera de la Cabra en la parte más nororiental de la Almijara.

Llegando a la caseta de vigilantes del Salto del Caballo.

Panorámica desde la caseta de vigilantes, con los Bermejales de fondo.

Foto de grupo en el Salto del Caballo con el Lucero de fondo.

Descendemos del Salto del Caballo.

Un vistazo a la bonita Piedra Sillada con  los Altos de la Mina de fondo.

Barranco de Ubares con el impresionante Lucero de fondo.

Mesa de Fornes con los Bermejales de fondo.

Loma de Ubares y las ruinas del cortijo homónimo.

Cortijo de Ubares.

Loma noroccidental del Salto del Caballo.

Pequeñas cascadas a pie de pista.

Barranco de las Tejadillas Oscuras.


Otra pequeña cascada.

Caseta de Cuesta Parda.

Fuente del Agujerillo Caliente.

Y ya muy próximos a concluir la ruta pasamos por la bonita pantaneta del Haza del Moral.

El barranco Cambril.

Y a partir de aquí el arroyo de la Venta pasa a llamarse río Cacín.

Nos despedimos por hoy de éste bello lugar con el Lucero siempre omnipresente.








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